La balanza comercial de bienes acumuló en los primeros ocho meses del año un déficit de US$6.205 millones, el rojo más alto para el período en cinco años. El endurecimiento del cepo importador del Gobierno no alcanzó a compensar el desplome de las exportaciones del sector agropecuario.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó este jueves su informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) correspondiente a agosto, mes en el que las exportaciones totalizaron los US$ 5.854 millones, con una fuerte caída del 22,4% interanual, y las importaciones sumaron US$ 6.865 millones con una caída del 12,4% respecto al mismo período del año pasado. El saldo comercial marcó así un negativo de US$1.011 millones.
Las mayores caídas en las ventas externas se registraron en los rubros vinculados al agro tras el impacto de las inclemencias climáticas. Las manufacturas de origen agropecuario (MOA) cayeron 28% interanual; los productos primarios (PP), 26,1%; los combustibles y energía (CyE), 15,3%; y las manufacturas de origen industrial (MOI), 13,2%.
En las importaciones continuó el recorte, las de vehículos automotores de pasajeros se redujeron 88,1% interanual; combustibles y lubricantes (CyL), 54,3%; resto, 32,8%, fundamentalmente por la menor compra de bienes despachados mediante servicios postales (couriers); bienes intermedios (BI), 10,2%; y bienes de consumo (BC), 3,8%. Mientras que bienes de capital (BK) no registró variación alguna, piezas y accesorios para bienes de capital (PyA) crecieron 17,3% durante el último año.
El jefe de research de Romano Group, Salvador Vitelli, destacó que el saldo de los primeros ocho meses del 2023 es deficitario en US$6.200 millones. “El peor resultado desde 2018”, detalló el economista. Durante el mismo lapso del 2022 el saldo fue positivo en US$2.197 millones.
Desde LCG destacaron la decisión del gobierno sobre no castigar la actividad económica y liberar importaciones aún en un escenario de escasez de reservas. “No obstante, entendemos que este escenario cambiará en los próximos meses. La devaluación fiscal de finales de julio, la devaluación real post PASO y la persistencia de los controles pondrán un tope a las importaciones. Nuestra proyección las ubica en torno a US$ 69.000 millones para todo el año, aunque en términos de flujos de divisas, supondrán un monto menor”, proyectó la consultora.
Del proyecto de Presupuesto 2024 que elaboró el Ministerio de Economía se desprende que el Gobierno espera un fuerte desequilibrio en el resultado comercial teniendo en cuenta bienes y servicios. “En cuanto al valor exportado de bienes y servicios, disminuiría 17,8%. El valor de las importaciones se reduciría un -7,1%, generando un déficit comercial de US$ 5.961 millones (superávit de USD 5.389 millones en 2022)”, consignó el mensaje que acompaña a la ley de leyes que ingresó el viernes al Congreso.
