El entredicho con Brasil por el pago del barco de GNL puso patas para arriba a un sistema gasífero que, poco a poco, empieza a retomar la normalidad. Sin embargo, todavía hay cientos de industrias y estaciones de GNC sin suministro y queda la incertidumbre de qué pasará cuando llegue la próxima ola de frío en un invierno que todavía no comenzó.
A última hora del miércoles, el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, salió a celebrar la inyección del buque regasificador de Escobar y prometió que desde la medianoche se liberarían “totalmente los cortes a industrias y estaciones de GNC firme”. “Informamos esta mañana que la situación se iba a normalizar a lo largo del día y a partir del jueves no habrá faltantes”, agregó.
Consultados esta mañana por Forbes, los estacioneros reconocieron que ya cuentan con suministro, mientras que en la UIA calculan que aun el 50% de las empresas afectadas sigue sin tener gas. A su vez, fuentes oficiales admitieron a este medio que, para industrias y estaciones con contratos interrumpibles, aquellas que pagan un menor precio de gas, la duración de los cortes se extenderá por algunos días más.
Los datos del Enargas muestran que el panorama cambió radicalmente de un día al otro. El miércoles, no se inyectó un solo metro cúbico de gas por la terminal de Escobar, lo que provocó que el “line pack”, el stock de gas almacenado en los gasoductos que hace que se pueda mover de un punto al otro, caiga por debajo del mínimo recomendable para la operación del sistema de transporte.
Este jueves, en cambio, el caño “se infló” en 18 MMm3 gracias al aporte de la inyección del buque de Petrobras, que se destinó en su totalidad a la recomposición del line pack, ya que la demanda de los hogares cayó a raíz de un clima menos hostil.
Hacia adelante, el ente regulador proyecta una semana con temperaturas que continuarán levemente por arriba del promedio histórico, lo que va a permitir que se vaya reestableciendo paulatinamente el servicio a todos los usuarios afectados, se consolide el stock del sistema y que se le permita a más centrales termoeléctricas empezar a utilizar este insumo en vez de gasoil o fueloil.
Lógicamente, el aporte del cargamento enviado por Brasil durará apenas unos días, pero en la Secretaría de Energía adelantaron a Forbes que, a partir de ahora, empezará a llegar un barco cada tres días, lo que asegura una inyección diaria de entre 17 y 18 MMm3.
Se trata del tiempo mínimo para lograr la entrada entre un barco y otro. Toda la operación de descarga demora unas 36 horas, más el tiempo de amarre, conexión de mangueras y salida del barco donde necesita el soporte de Prefectura para “virar” rumbo al Río de la Plata y salir del canal por donde solo puede circular una embarcación de gran porte a la vez.
Por el momento, las autoridades no tienen pensado comprar más cargamentos más allá de los 20 anunciados que se destinarán para el abastecimiento de junio y julio. Para agosto y septiembre, confían en llegar con las obras de las dos plantas compresoras del Gasoducto Néstor Kirchner (probablemente rebautizado) y así tener el respaldo de 11 MMm3/d más, a lo que pueden sumarse otros 5MMm3/d de la Reversión del Gasoducto Norte para fines de agosto.