Durante el fin de semana se llevó a cabo Ethereum Argentina, uno de los eventos de la industria crypto más relevantes para el país y la región. En pleno bear market, y luego de varios hechos que afectaron a la industria, miles de personas se juntaron para analizar el momento del sector, fomentar la innovación y desarrollo de nuevos productos y anunciar propuestas para apuntalar estos procesos.
Uno de los anuncios más destacados fue la propuesta de reformar el sistema tributario para incluir a las criptomonedas. "Estamos presentando junto a la Cámara Argentina Fintech una reforma tributaria, que podría apalancar la idea de Argentina como capital crypto", señaló Marcelo Cavazzoli, fundador y CEO de Lemon y el encargado de dar a conocer la iniciativa.
Según destacó Cavazzoli, el proyecto tendrá tres ejes importantes: la exención de impuestos de Bienes Personales para crypto, aumentar (para las criptomonedas) el mínimo no imponible de impuesto a las ganancias a montos más razonables y eliminar los impuestos para las transacciones crypto. Si bien todos los aspectos son importante, el segundo tiene especial interés porque el monto actual es de 100 mil pesos y el objetivo es llevarlo a cifras de varios miles de dólares.
“No se trata de inventar nada nuevo, sino de acompañar con un régimen tributario favorable una regulación que fomente la industria como el caso de países como Portugal”, agregan desde Lemon, que durante el evento también anunció que ya cuentan con más de dos millones de usuarios logrando así ser la app crypto con más personas activas en el país y posicionándose a nivel regional como el segundo jugador crypto más relevante de América Latina con un 16% del mercado considerando usuarios activos que entran a la app.
La importancia de regular crypto en la Argentina
La adopción de las criptomonedas en la Argentina está a niveles superiores en comparación a otros países de la región y del mundo. Los datos del sector arrojan que ya hay más de 10 millones de personas con acceso al ecosistema y al menos 5 millones que actualmente ya tienen criptomonedas, lo que equivale al 20% de los trabajadores activos del país.
Ya sea por ser un país tradicionalmente permeable a adoptar nuevas tecnologías o por el contexto económico que lleva a protegerse contra la inflación con herramientas nuevas, como lo son las criptomonedas, cada vez más ciudadanos operan con estos activos. Por ese motivo, la mayor parte de las empresas locales buscan generar una regulación que por un lado proteja a los usuarios y, por el otro, permita el desarrollo y crecimiento de las propias compañías.
El avance más concreto para regular al menos una parte de la industria es la media sanción en la Cámara de Diputados, ocurrida en abril, al proyecto de prevención y persecución de lavado de activos que tiene como ejes centrales las modificaciones al Código Penal, la reforma de la ley de Encubrimiento y Lavado de Activos de origen delictivo (Ley 25.246) y la creación de un registro de activos virtuales.
“Hoy, el proveedor de activos virtuales, como se lo llama regulatoriamente a los brokers y exchanges de cripto, en la Argentina no tienen las obligaciones ni las protecciones de un sujeto obligado. Ser un sujeto obligado ante la Unidad de Información Financiera (UIF) implica hacer ciertos reportes, como por ejemplo de actividad sospechosa, que no estando obligado no los tenes que hacer y eso pone en un lugar complejo a las empresas de nuestro sector”, explica Sebastián Serrano, cofundador y CEO de Ripio.
En cuanto a una regulación que genere un marco legal para los usuarios, las posibilidades parecen ser menores por el momento. “Como sector también tenemos que conseguir otras protecciones. Probablemente también se requiera una Ley para garantizar que la gente pueda comprar y tener criptoactivos. Sobre todo porque es algo que ya está pasando en la región. Hay una Ley aprobada y ratificada en Brasil, hay una Ley en Paraguay y hay media sanción en Uruguay. Eventualmente tiene que suceder también en Argentina”, analiza Serrano.
Desde Lemon, la visión es similar y afirman que tienen voluntad de diálogo y participación en la definición de la estrategia regulatoria del país. “Si la regulación es planteada en forma inteligente y no para cumplir con un requisito burocrático, tenemos la oportunidad de ser parte del futuro de internet y de las finanzas”, dicen a este medio. Y agregan para concluir: “Sino, habremos dejado pasar una nueva oportunidad para el crecimiento del país y muchas empresas seguirán emprendiendo, innovando y generando empleo y crecimiento en otras latitudes”.