El paquete de medidas anunciado por Luis Caputo fue muy bien recibido por el mercado y uno de los indicadores que lo reflejan es la reducción de la brecha cambiaria producto de la caída de los dólares paralelos.
Este jueves, el dólar blue volvió a bajar otro 7% y cotiza a $995, mientras que el CCL opera a $1.005 y el MEP a $1.021. “Estamos viendo un achique de brecha muy importante. Es la muestra clara de que el mercado le cree a lo que el gobierno está haciendo. Los comportamientos de acciones y ADRs con alguna corrección lo veo razonable porque ya estaba priceado, pero el recorrido sigue siendo alcista”, expresó a Forbes el analista Rubén Ullúa.
Para Santiago Ruiz Guiñazú, Head of Equity, Sales & Trading del grupo financiero Adcap, “da la sensación de que el mercado le está dando un voto de confianza a la nueva administración” y que “está viendo que el pragmatismo en este momento es fundamental”. “Dentro de los sectores que reaccionaron mejor están los bancos, luego las petroleras y vemos algo de rezago en las generadoras y empresas de servicios públicos. Creemos que falta dar más precisión en cuanto a la secuencialidad y magnitud de los futuros aumentos en tarifas. En el sector bancario nos gustaría entender más que regulaciones van a seguir de la anterior administración y cuáles van a cambiar”, agregó.
En cuanto a las próximas señales para robustecer el sendero del programa, Miguel Sinigaglia, presidente de Conetxia, dice que “es muy importante ver cómo se contiene la situación social en los próximos 30 a 60 días”, ver el apoyo de los Estados Unidos y los organismos internacionales y ver si pueden conseguir financiamiento por entre 15.000 o 20.000 millones en el corto plazo.
Otro aspecto subrayado por Sinigaglia donde coincide Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, es la importancia de la suscripción al bono del Banco Central para importadores. “Es clave para desarmar las Leliqs y con eso seguir quemando pesos de la economía”, sostiene.
Ya desde un análisis macroeconómico, el director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo, afirma que el objetivo es lograr equilibrio presupuestario en el segundo semestre, pero que la transición hasta marzo será muy dura. De acuerdo con su visión, los tres desafíos más importantes a corto plazo serán la capacidad de gestión, la negociación política y la reacción de la calle.
“Vamos a un año de contracción económica (entre 3 y 4%), pero mucho peor en el primer semestre. Habrá inflación alta en los primeros meses (diciembre ya lleva más de 7% en la primera semana) y el crawling peg va a tener que ser más agresivo que el anunciado”, indicó.
Sobre este último aspecto, donde Caputo filtró que la devaluación sería del 2% mensual contra una inflación que se espera muchísimo más alta, hay analistas que dicen que el contexto internacional podría jugar a favor.
“Con un dólar y tasas de interés bajando en el mundo, es factible que tengamos apreciaciones de las monedas de nuestros competidores directos y, por lo tanto, ello daría un colchón para que las correcciones del 2% sean suficientes”, opina Ullúa.