El Salvador está preparado para albergar una de las instalaciones de minería de bitcoin más importantes del mundo que utilizará fuentes de energía eólica y solar. El proyecto tendrá su sede en el departamento occidental de Santa Ana y se espera que genere energía renovable con una capacidad total de 241 MW, con 1,3 EH/s de potencia de procesamiento para minar bitcoin.
Este proyecto forma parte de una empresa conjunta entre el sector privado, el gobierno de El Salvador y algunos actores clave de la industria de las criptomonedas -como Tether- para impulsar la adopción de bitcoin en el país, llamada Volcano Energy.
Desde que declaró el bitcoin de curso legal en 2021 a través de su Ley Bitcoin, El Salvador ganó una presencia esencial en la industria, la comunidad y los titulares de los medios de comunicación especializados en Bitcoin. Es el primer país del mundo donde el bitcoin es una moneda, y va a pasar a la siguiente fase lanzando una operación de minería de bitcoin aún mayor.
Este proyecto cumplirá los planes del presidente Nayib Bukele de crear un “bono volcán”, pero con un enfoque diferente. En noviembre de 2021, Bukele anunció estos llamados bonos, que supuestamente se crearían a través de un esquema de deuda pública con la minería y tenencia de bitcoin como forma principal de proporcionar un producto de inversión rentable, con El Salvador como contraparte. Sin embargo, las condiciones del mercado y los planes cambiaron.
Dentro de la estrategia de Volcano Energy
La nueva estrategia modificará el esquema de inversión, pasando de la emisión de deuda pública a rondas de financiación de capital privado por parte de Volcano Energy. "La razón de este cambio es que, después de analizar detenidamente la economía de nuestro modelo, nos dimos cuenta de que los beneficios potenciales para todas las partes interesadas eran mucho mayores haciendo financiación de capital, en lugar de deuda", me explicó en una entrevista el CEO de Volcano Energy, Josué López.
Pero esto también significa que los inversores en la iniciativa de 1.000 millones de dólares, que ya recibieron 250 millones en inversiones, tuvieron que diluir su capital para compartir una parte con el gobierno local, que se supone que obtendrá el 23% de participación preferente en el capital. "Este intercambio de capital por libertad económica permitirá a El Salvador cosechar los beneficios de este proyecto sin tener que gastar ni un céntimo", añadió López.
Los inversores poseerán el 27% de los ingresos, y el 50% se reasignará a desarrollar la instalación energética y la sección de minería de bitcoins. La explotación se realizará en la aldea de El Shiste, en Metapán. Debido a sus buenas condiciones, otras instalaciones eléctricas se alimentan de fuentes renovables en la zona, como el parque eólico Ventus, con 54 MW de capacidad.
El proyecto dará acceso a la red local a cualquier excedente de energía que puedan producir. La idea es "contribuir a estabilizar la disponibilidad de energía en la zona, beneficiando a la comunidad local y promoviendo un suministro energético más sostenible y fiable", detalló el director general de Volcano Energy.
Este enfoque renovable también significa que la instalación de minería de bitcoins estará alimentada al 100% por fuentes ecológicas. Esto formará parte del 58% del hashrate total de Bitcoin producido a partir de energías verdes, según los datos del Bitcoin Minning Council.
El proyecto aún no se puso en marcha
Pero, además de todo el revuelo generado por el anuncio de Volcano Energy, el proyecto está en su fase de pre-ingeniería. La empresa ya eligió el lugar para desplegar la operación, pero los diseños de las plantas solar y eólica, la aprobación de los planes de ingeniería definitivos y todos los aspectos y requisitos que podría implicar una operación tan ambiciosa deben abordarse adecuadamente antes de seguir adelante.
Una vez aprobados los planos de ingeniería definitivos, iniciarán la fase de construcción. Con la instalación física preparada, se centrarán en instalar la infraestructura minera de Bitcoin necesaria. El despliegue de este proyecto podría llevar varios meses.
En última instancia, el objetivo es tener una participación significativa en el hashrate de la red, al tiempo que se abren oportunidades de trabajo al talento salvadoreño en diferentes funciones y campos, debido a lo que requiere la minería de bitcoin y a lo que la afluencia de capital de proyectos similares puede aportar a El Salvador.
*Con información de Forbes US.