La inflación se transformó en una de las principales preocupaciones de los argentinos en los últimos años. A pesar de los esfuerzos gubernamentales por controlarla, el incremento sostenido de los precios erosionó el poder adquisitivo de la población y generó incertidumbre en el horizonte económico del país.
Por otro lado, la suba del dólar, una variable clave para la economía argentina. La cotización de la moneda estadounidense afecta directamente al comercio exterior, las importaciones, las exportaciones y la inversión extranjera. Las constantes fluctuaciones en el tipo de cambio han dificultado la planificación de las empresas, dando lugar a un clima de incertidumbre en el que los inversores se muestran cautos a la hora de apostar por el país.
Desde el año pasado, la suba acumulada del dólar y el aumento de la inflación se mantuvieron en línea ascendente. Este año, la divisa norteamericana alcanzó un valor récord. Esto hace que, a la hora de invertir, deben tenerse en cuenta algunos aspectos importantes.
En primer lugar, evaluar tu perfil de riesgo como inversor y el horizonte al que apuntás. Ezequiel Baigorria, Product Owner de Inversiones de Reba, considera que es muy importante tener una estrategia clara y definida, establecer objetivos realistas y monitorear regularmente las inversiones para asegurarse de que están en línea con los objetivos establecidos.
En promedio, la inflación anual ha sido del 44% desde 1991.
“Es importante considerar que ninguna inversión está libre de riesgos, y que los rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros”, insiste el especialista.
Invertir de acuerdo a tu perfil de inversor
“Comprar dólar MEP es una buena opción de proteger los ahorros”, afirma Ezequiel Baigorria. No obstante, afirma que es importante analizar los distintos perfiles de inversores en los cuales cada persona pueda sentirse identificada, para detectar la tolerancia al riesgo de cada uno.
El perfil agresivo, compuestos por los Cedears, incluyendo índices de Estados Unidos como el SPY y QQQ y bonos soberanos como los GD30 a precios bajos. Estos instrumentos ofrecen una alta rentabilidad a largo plazo y son adecuados para inversores con un alto nivel de tolerancia al riesgo. “En los últimos 5 años, el SPY ha aumentado un 121%, mientras que el QQQ ha aumentado un 193%”, asegura Baigorria.
Para quienes deseen un mayor nivel de riesgo, cuentan con bonos soberanos, los cuales también tuvieron un buen desempeño en los últimos años y ofrecen una alternativa interesante para los inversores agresivos. “Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos instrumentos pueden ser volátiles y es necesario hacer un análisis detallado antes de invertir y tener en cuenta la calidad crediticia de Argentina”, detalla el especialista.
De moderado a conservador
Por otro lado, está el perfil moderado, es decir las obligaciones negociables corporativas en USD que tengan su negocio dolarizado (IRSA, Petroleras, etc.) y oro (a través de acciones como GOLD). Estos instrumentos son adecuados para inversores con un nivel medio de tolerancia al riesgo.
“Las Obligaciones Negociables en USD de empresas con negocios dolarizados ofrecen una rentabilidad atractiva y un nivel de riesgo moderado. En tanto, el oro es una opción tradicionalmente considerada como un refugio seguro en momentos de incertidumbre y volatilidad, sobre todo en momentos de alta inflación o recesiones”, explica el referente de Reba.
Por último, se encuentra el perfil conservador, que se refiere a los fondos comunes de inversión CER/UVA y la compra de dólares vía dólar MEP, por el contexto inflacionario actual e históricamente alto. Los Fondos Comunes de Inversión (FCI) que se ajustan por inflación son una opción adecuada para inversores conservadores que buscan proteger su capital de la inflación.
En los últimos años, estos fondos han ofrecido una rentabilidad atractiva y han sido una opción popular entre los inversores conservadores. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los rendimientos pueden ser más bajos que en otros instrumentos.