En Argentina, muchos ahorristas compran propiedades para obtener una renta periódica colocándolos en alquiler. Lamentablemente, hoy en día, esta estrategia ya no es más rentable.
Según las estadísticas recopiladas por la plataforma Zonaprop, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la rentabilidad por alquiler es del 3,7% bruto al año, lo que significa que se necesitan más de 26 años para recuperar la inversión, contemplando que el tipo de cambio y los precios se mantengan estables.
Si a esto se le suman los gastos asociados al mantenimiento de un inmueble, la baja liquidez, la alta complejidad operativa y el elevado capital inicial requerido, invertir en propiedades para gozar de un flujo de dinero mensual no parece muy sensato.
Sin embargo, gracias al avance de los mercados financieros, de manera local se puede armar una cartera de inversión enfocada en rentas con menos dinero y más facilidad, versatilidad y rentabilidad.
Armando una cartera de rentas
Para construir un portafolio que sirva como reemplazo a las propiedades, no hay que ser expertos en finanzas, simplemente contactarse con un asesor financiero y comentarle la situación. En respuesta, el especialista recomendará invertir en dos clases de activos.
Cedears que pagan dividendos
Los Cedears o Certificados de Depósito Argentinos son instrumentos financieros que representan porciones de acciones del exterior, pero cotizan localmente, tanto en pesos como en dólares, y están vinculados a la evolución del dólar CCL.
Para cobrar rentas, hay que centrarse en aquellos Cedears que correspondan a compañías sólidas y con larga trayectoria que distribuyan dividendos entre sus accionistas.
Si bien hay cientos de Cedears que reparten ganancias periódicas, los más atractivos son los que brindan una tasa por dividendos de entre 2,5% y 6% anual en dólares, en promedio.
Sin importar si el precio de las acciones fluctúa tanto al alza como a la baja, la compañía se encargará de repartir los beneficios trimestre tras trimestre, los cuales se depositarán automáticamente en la cuenta del inversor.
Obligaciones negociables
Por otro lado, además de los Cedears, el portafolio debe contar con obligaciones negociables (ONs) o bonos corporativos. Estos activos son deuda que emiten las compañías y que los inversores adquieren a cambio de una tasa de interés.
Debido a que en Argentina el mercado desconfía, los emisores brindan tasas altas, a comparación con los mercados internacionales, para atraer capital. Sin embargo, en la gran mayoría de casos, el riesgo de incumplimiento es muy bajo porque se trata de empresas con una buena situación crediticia.
A día de hoy, en promedio, las principales ONs del mercado ofrecen una renta de entre 6% y 8% anual en dólares, habiendo algunas que incluso superan el 10%.
Tanto para adquirir Cedears como bonos corporativos, no es necesario contar con USD 100.000, USD 150.000 o más, como muchas propiedades suelen costar, ya que es posible invertir desde pocos dólares (o pesos).