La Secretaría de Energía realizó la última audiencia pública necesaria para poder aplicar su plan tarifario y eliminar drásticamente los subsidios. En la misma participaron todos los subsecretarios de la cartera, quienes presentaron el nuevo modelo denominado Canasta Básica Energética (CBE), cuyo armado tuvo el asesoramiento del BID y del Banco Mundial.
El esquema contempla el diseño de una canasta de consumos para satisfacer las necesidades mínimas que dependerá de la cantidad de miembros de cada hogar y la zona bioclimática. Si el valor de la canasta supera el 10% de los ingresos del grupo conviviente, recién ahí el Estado subsidiaría la diferencia.
Como anticipó Forbes, los usuarios beneficiarios primero deberán sortear una serie de filtros anunciados el miércoles como no haber comprado moneda extranjera en los últimos tres meses, no contar con una prepaga, no haber viajado al exterior (países no limítrofes) más de una vez en los últimos cinco años y no poseer más de dos inmuebles, un auto menor a 5 años de antigüedad, una embarcación o una aeronave, entre muchos otros criterios de exclusión.
La medicina prepaga no importa como una causa de exclusión, sino q es un elemento adicional de presunción para la determinación de ingresos, dijo la subsecretaria de planeamiento, Mariela Beljansky.
En una primera etapa de la audiencia, Beljansky se dedicó a criticar el sistema de segmentación ideado por el equipo de Sergio Massa por promover el consumo irresponsable, subsidiar consumos suntuosos y otorgar beneficios sin límites.
La experiencia internacional de América Latina indica que la energía constituye el segundo gasto corriente más significativo en los hogares. En Argentina, el consumo per cápita figura entre los más altos de la región, pero la proporción del gasto energético es uno de los más bajos, puntualizó.
En el mismo sentido, el subsecretario de electricidad, Sergio Falzone, cuestionó la superposición de regímenes de subsidios y las fallas de la segmentación. Se establecieron aumentos por debajo del índice salarial. A mayor inflación, más crecía el subsidio. Así, la cobertura de los N2 y N3 pasó del 30,37% de la tarifa en 2022 al 6 y 7,5%, respectivamente.
El funcionario anticipó que el nuevo esquema entrará en vigencia antes del 10 de abril y no requerirá de un reempadronamiento para aquellos anotados en el RASE. En cuanto a las características de la canasta, Falzone precisó que sus topes se ubican alrededor de la mitad de la media de consumo nacional. Es un rango de entre 150 y 200 kw/h al mes en luz y de 30 a 40 m3/d en gas.
Eso representa un gasto energético total de entre 30.000 y 40.000 pesos que, al comparar por el nivel de ingresos según los registros del Indec, deja afuera del subsidio a los seis mayores deciles de la pirámide que tienen un ingreso superior a los $475.252.
Por ejemplo, en el primer decil el Estado cubriría el 80% del valor de esta canasta. En el segundo decil un 60%, en el tercero un 40% y en el cuarto un 20%. El monto del subsidio podría ser todo el valor de la CBE o el diferencial entre el valor de la CBE y el porcentaje de incidencia en los ingresos totales del grupo conviviente, según defina la autoridad de aplicación, subrayaron las autoridades.
La eficiencia y el uso racional de la energía resultan necesarias para el sector energético y al mismo tiempo ayudan a los usuarios a que las facturas de los servicios sean menos onerosas. Por esto, desde la Secretaría de Energía, estamos trabajando para que haya financiamiento disponible y de fácil acceso para que los usuarios residenciales y las PYMES puedan implementar medidas de eficiencia energética ya sea mediante líneas de crédito existentes o a través de nuevos instrumentos, agregaron.