Cómo invertir mientras Estados Unidos intenta esquivar el default
Q.ai. Equipo de investigación de Forbes
Este fin de semana se produjo un acuerdo entre la Casa Blanca y el Congreso para elevar el techo de la deuda estadounidense y evitar lo que los expertos pronosticaban como una catástrofe económica segura que provocaría un aumento de los costos de los préstamos, el desplome de las acciones y un enorme golpe a la credibilidad de Estados Unidos.
Aún no se concretaron los detalles del acuerdo, pero hasta ahora, los recortes incluyen un tope en el gasto no relacionado con la defensa, recortes en la financiación del IRS y el reinicio de la devolución de los préstamos a estudiantes.
Mientras siguen desarrollándose las negociaciones del acuerdo, las preocupaciones económicas que pasaron a un segundo plano durante el frenesí de los impagos también están volviendo a ocupar el centro de atención. En su próxima reunión de junio, la Reserva Federal decidirá si vuelve a subir los tipos o hace una pausa y, mientras tanto, los temores sobre una crisis bancaria aún persisten en el trasfondo.
En conjunto, el ambiente de incertidumbre y esta situación cercana al impago de EE.UU. tienen a muchos inversores preguntándose cómo apuntalar sus carteras. Puede que el gobierno estadounidense haya sorteado una grave crisis económica, pero eso no significa que todo vaya sobre ruedas. En una economía dura, y en tiempos como estos, merece la pena invertir en valores estables, la estrategia favorita de Warren Buffet.
Cómo invertir ante la incertidumbre estadounidense
En pocas palabras: la diversificación es la mejor manera de mitigar el riesgo de cualquier cartera de inversión, porque cuando una inversión se va a pique, podés compensar la pérdida con una acción o activo de mejor rendimiento. Aunque a veces la rentabilidad de una cartera diversificada sea menor que la de una sola acción de alto rendimiento, esa diversidad es una posición defensiva que suele dar sus frutos a largo plazo.
El ejemplo clásico es que, normalmente, cuando las acciones caen, los bonos suben, por lo que mantener una mezcla de acciones y bonos es ventajoso. Pero la diversificación va mucho más allá de las acciones y los bonos. Para maximizar esta estrategia, lo mejor es diversificar entre empresas, industrias, sectores, capitalización bursátil y clases de activos.
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Una cartera diversificada podría incluir una mezcla de acciones norteamericanas de pequeña y gran capitalización, bonos corporativos, acciones internacionales, bonos del Estado (EE.UU.) y bienes inmuebles.. No podés evitar el riesgo por completo, y no querrás diluir tu cartera, pero hay formas de facilitar la diversificación.
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Para los inversores que no estén seguros de cómo empezar a diversificar, los fondos indexados ofrecen una propiedad parcial de los activos del índice, lo que incluye diferentes empresas, participaciones y valores. Los fondos indexados reflejan un índice de mercado financiero concreto, como el S&P 500, y suelen ser de menor riesgo, con menos gastos y buenos para las inversiones a largo plazo.
Otra opción es invertir en un Fondo Cotizado en Bolsa (ETF), que puede contener acciones, materias primas y bonos, y puede comprarse y venderse en bolsa como las acciones normales. Los ETF tienen menos comisiones de intermediación y coeficientes de gastos más bajos que las acciones individuales.
¿Y si vamos más allá de las fronteras de EE.UU.?
No tengas miedo de mirar más allá de las fronteras norteamericanas para conseguir algo de esa diversificación, ya que los mercados bursátiles y las economías de lugares como Europa y Asia a menudo se mueven de forma diferente. Aunque los grandes acontecimientos mundiales (como, por ejemplo, un impago estadounidense) afectan a los mercados de todo el mundo, los mercados no suelen subir y bajar al mismo ritmo en todo el mundo.
A veces, cuando una economía se enfrenta a vientos en contra, otras obtienen mejores resultados. No hace falta remontarse muy atrás para comprobarlo: Las acciones internacionales superaron a las estadounidenses en 2022, y no fue un hecho aislado. Desde 1975, las acciones estadounidenses superaron a las internacionales durante un ciclo medio de ocho años.
Al invertir internacionalmente, aumentan tus posibilidades de beneficiarte de un repunte del mercado en el extranjero. También hay oportunidades de crecimiento en los mercados emergentes, pero hay que tener en cuenta que los mercados emergentes conllevan algunos riesgos importantes que no están presentes en los desarrollados, como las estructuras fiscales extranjeras, la inestabilidad política y los cambios en los tipos de interés extranjeros.
¿Hay algún activo “a prueba de recesión”?
Puede que no haya nada totalmente a prueba de recesiones, pero sin duda hay activos menos propensos a los efectos de una recesión. No siempre son los más valorados en un momento dado y puede que no obtengan los mayores rendimientos, pero muestran menos volatilidad a lo largo del tiempo y forman parte de una estrategia de inversión a largo plazo con éxito. A veces lo inteligente no es lo más glamuroso, pero añadir algunos valores resistentes a la recesión a una cartera bien equilibrada es sin duda una decisión inteligente.
Johnson & Johnson (JNJ) es ejemplo de una acción resistente a la recesión. JNJ tiene un largo historial de rendimiento estable a lo largo de los ciclos económicos. Los productos de la empresa tienden a ser inelásticos, lo que significa que su demanda se mantiene relativamente estable en una recesión.
En la misma línea, Procter & Gamble Co (PG) es una empresa de bienes de consumo que fabrica el detergente para la ropa Tide, los pañales Pampers y la pasta de dientes Crest, más bienes que los hogares compran incluso en tiempos de vacas flacas.
En un sector completamente distinto, merece la pena echar un vistazo a Duke Energy Corporation (DUK). DUK es una empresa de servicios públicos (electricidad, gas y otros servicios). Dado que estos servicios son realmente esenciales para mantener las cosas en funcionamiento, tienden a permanecer estables también en periodos de recesión.
Conclusión
Parece que el gobierno logrará un acuerdo sobre la deuda antes de que se produzca un impago sin precedentes en EEUU, aunque no lo sabremos con seguridad hasta que el Congreso vote el miércoles. Incluso si el acuerdo se aprueba, la intensa polarización política que lo hizo tan reñido y la incertidumbre económica general del momento actual son razones suficientes para diversificar, invertir con un enfoque global y explorar activos resistentes a la recesión.
*Con información de Forbes US.
