Imagine un nuevo entorno digital en el que nuestros datos sean portátiles y estén democratizados, desafiando a los monopolios actuales. La Web3 promete ser un entorno de este tipo y, para entender este cambio, es útil que los inversores consideren la evolución de Internet.
La primera fase, Web1, ofreció a los usuarios un acceso sin precedentes a la información y a la conectividad (piense en AOL, Yahoo! y Google). Después llegó la Web2, que mejoró la experiencia al permitir la entrega de contenidos personalizados y generados por el usuario a través de aplicaciones (piense en Facebook y Twitter).
Como la siguiente iteración, Web3 opera en una infraestructura global, de igual a igual, hecha posible por la tecnología blockchain. Al igual que Bitcoin, la red Web3 está descentralizada, lo que significa que elimina los intermediarios; ninguna entidad la controla.
En esencia, Web3 pretende abordar el monopolio de los datos, los riesgos para la privacidad y el sesgo algorítmico, promoviendo una Internet más equitativa y abierta. Veremos un cambio de la gestión de datos e identidades centrada en la plataforma a la centrada en el individuo, lo que dará lugar a nuevas tecnologías y modelos de negocio.
Pero para establecer realmente esta red, los usuarios -tanto personas como máquinas- necesitan participar activamente. Para ello, los desarrolladores pueden utilizar tokens (piense en Ether o Polkadot) para gestionar la actividad y registrar las transacciones en la cadena de bloques. Otros componentes clave de este ecosistema de nueva generación podrían incluir también contratos inteligentes y carteras digitales.
Inversión en empresas Web3
La tecnología blockchain, con sus sistemas "sin confianza", se ha visto como un remedio para la creciente desconfianza en diversas instituciones tradicionales. Sin embargo, los recientes fracasos de empresas relacionadas con las criptomonedas, como FTX y Silvergate, han desatado la incertidumbre de los inversores en activos digitales, ensombreciendo el futuro de Web3.
Observe el siguiente gráfico, extraído de un informe reciente de Deloitte. Los inversores en fase inicial invirtieron alrededor de 94.000 millones de dólares en empresas Web3 entre 2016 y 2022, la mayor parte en los dos últimos años, con un máximo de inversión de 13.000 millones de dólares en el primer trimestre de 2022. Esto se corresponde con el desplome del precio del Bitcoin tras alcanzar su máximo histórico de casi 69.000 dólares.
Sin embargo, como señala Deloitte, existen paralelismos entre la caída de los precios de los activos digitales y el desplome de las puntocom a principios de la década de 2000. Al igual que Internet se convirtió con el tiempo en parte integrante de la vida y el trabajo, es probable que el potencial transformador de la Web3 siga atrayendo a los inversores de capital riesgo y de capital privado.
La IA, la estrella emergente de la América corporativa y el metaverso
El rumor en torno a la inteligencia artificial (IA) también ha ido en aumento, y se nota en la América corporativa. Un análisis de las conferencias telefónicas sobre beneficios del primer trimestre de 2023 revela un repunte significativo en el número de empresas del S&P 500 que hablan de IA. Durante este periodo, 110 empresas mencionaron la IA, un aumento notable respecto a la media de cinco años de 57 y la media de 10 años de 34, según un análisis de FactSet.
En esa misma línea, se espera que el desarrollo de aplicaciones virtuales en 3D y en tiempo real por parte de empresas como Meta, Roblox y Apple impulse el gasto en servidores de IA, que ya se prevé que crezca un 19% anual hasta 2032. Esto se debe a la creciente demanda de IA generativa de aplicaciones populares como ChatGPT y Midjourney.
Para funcionar con eficacia, estas aplicaciones metaversas necesitarán procesadores gráficos y de IA avanzados, lo que aumentará las inversiones en chips de IA de alto rendimiento de empresas como NVIDIA y AMD y en operadores de centros de datos como HIVE Blockchain Technologies.
La IA generativa podría ser una industria de entre 4 y 7 billones de dólares
Pero, ¿para qué puede utilizarse la IA generativa en el "mundo real"?
McKinsey & Co. encontró 63 usos de IA de este tipo en 16 funciones empresariales y, si se aplicaran, podrían crear entre 2,6 y 4,4 billones de dólares en beneficios económicos anuales. Esto añadiría entre un 15% y un 40% al valor potencial actual de entre 11 y 17,7 billones de dólares de la IA no generativa y la analítica.
Las proyecciones de Goldman Sachs son aún más optimistas. Según el banco, los avances en IA generativa podrían tener un impacto significativo en la economía mundial, provocando un aumento del 7% del PIB mundial (equivalente a casi 7 billones de dólares) y un incremento del 1,5% del crecimiento de la productividad en una década.
Según las proyecciones de Bloomberg Intelligence, el gasto en servidores de IA podría representar casi el 30% del gasto total en cargas de trabajo para 2032, un aumento significativo desde el 15% aproximado de 2022.
Como uno de estos casos de uso, Amazon Web Services (AWS) anunció la semana pasada el lanzamiento del Centro de Innovación de IA Generativa de AWS, una iniciativa de 100 millones de dólares destinada a ayudar a los clientes a desarrollar e implementar soluciones de IA generativa. Este movimiento forma parte de la estrategia más amplia de la empresa para ampliar la accesibilidad de la IA generativa a clientes y socios de todo el mundo.
La gente adopta las nuevas tecnologías a un ritmo más rápido
Es comprensible que algunos lectores se sientan desconcertados por todo esto, pero conviene recordar que los ciclos tecnológicos han surgido cada 10-15 años. La Web3, la IA y los activos digitales no son una excepción.
Es cierto que la adopción generalizada de la Web3, la IA y activos como Bitcoin no será fácil. El principal obstáculo es probablemente la experiencia del usuario. El proceso de creación de criptocarteras, por ejemplo, puede ser complejo y exigente, y es posible que los navegadores web estándar ni siquiera admitan Web3 sin complementos adicionales.
Para fomentar la adopción masiva, Web3 necesita ofrecer una interfaz de usuario fácil de usar, comparable al cambio de Web1 a la versión actual de Internet, más interactiva. Esta transición podría estar liderada por grandes empresas tecnológicas como Meta, que comprenden los beneficios potenciales de simplificar Web3 para los usuarios cotidianos.
La buena noticia es que la gente parece estar mejorando en la adopción de nuevas tecnologías. Un estudio de 2013 de Technology Review del MIT confirma esta tendencia. Por ejemplo, los teléfonos tardaron medio siglo en generalizarse en los hogares estadounidenses, mientras que los smartphones alcanzaron una penetración del 40% en tan solo 10 años.
Del mismo modo, espero que las cosas avancen rápido en lo que respecta a la transformación digital. Una encuesta realizada el verano pasado reveló que el 75% de los minoristas tenían previsto aceptar monedas digitales como forma de pago en los próximos dos años. Se prevé que la tecnología Blockchain, la espina dorsal de la Web3, marque el comienzo de una nueva era digital, con una base de usuarios mundial potencial de 1.000 millones para 2031, según Andreessen Horowitz.
