Según la Administración Nacional de la Seguridad Social, en agosto de este año, la jubilación mínima rondó los $225.500. Si se contempla el bono de $70.000, el total rondó los $295.500. Y en el caso de la jubilación máxima, superó los $1,5 millones.
Pero independientemente de la enorme diferencia entre ambos pagos, lo cierto es que no cabe duda de que el sistema jubilatorio argentino está en una situación realmente muy delicada, por lo que no se sabe cuánto aumentarán estas cifras en el futuro.
Por lo tanto, resulta importante saber cuáles son las claves financieras para poder obtener una jubilación digna que no dependa del Estado al momento de querer o tener que dejar la vida laboral.
Para Abel Cuchietti, asesor financiero independiente, aunque cada persona es un mundo y todos tienen diferentes flujos de ingresos y egresos, lo cierto es que la meta inicial debe ser llegar a acumular un capital líquido de US$ 100.000.
El motivo es sencillo: esta cantidad invertida a un 11% anual puede generar una renta mensual de entre $900.000 y $1 millón por mes a día de hoy. La clave estará en armar una cartera que esté diversificada entre acciones y bonos de alta calidad. Complementa cualquier jubilación, pero muy bien. O austeramente hasta se podría llegar a decir que una persona puede vivir. Y si son dos, marido y mujer, cálculo que seguro, sostuvo Cuchietti.
Pero de acuerdo al experto, para lograr un portafolio de este tamaño, es indispensable tener un sólido hábito de ahorro durante mucho (mucho) tiempo. Y no hace falta tener un enorme sueldo. Estamos hablando de casi US$ 1 por día, US$ 38 al mes durante 30 años, detalló Cuchietti, quien aclaró que el plazo se puede acotar si se aumenta la capacidad de ahorro: Con US$ 120 por mes, en 20 años se llega a los US$ 100.000.
Por otra parte, el consultor Omar de Lucca enfatizó en la importancia de reinvertir los beneficios que generan las inversiones y no gastarlos mientras uno pueda gozar de un sueldo.
Si uno pretende el día de mañana tener un ingreso pasivo por no poder trabajar, además de lo que sería una jubilación normal que uno percibiría por sus aportes al fondo, la clave pasa por el interés compuesto. Si vos empezás a construir una inversión a largo plazo, donde cada vez que tenés un pago de interés lo reinvertís al vencimiento del capital, vas a estar haciendo interés compuesto, explicó.
Si vos vas a aportar un dinero con la intención de hacer una jubilación futura, pero vas a estar retirando los intereses con frecuencia, no estarías construyendo algo realmente atractivo, un dinero que a vos te permita vivir el día de mañana con más rentas, mencionó De Lucca, para agregar que es fundamental aportar todos los meses, pero a proyectos de largo plazo.