Argentina es un país bastante particular, ya que, sin importar cuánto tiempo pase, por momentos suele haber inestabilidad económica, política, laboral y social. Por lo tanto, no importa si sos un trabajador en relación de dependencia, un profesional independiente o un comerciante, siempre tenés que estar preparado para afrontar algún momento de dificultad financiera.
Y una de las mejores formas de hacerlo, además de contar con una cartera de inversión diversificada centrada en el largo plazo, es mediante un fondo de emergencia, que no es más que una cierta cantidad de dinero que te permitirá afrontar algunos meses de gastos fijos y/o un gran gasto imprevisto, como una operación que tu prepaga no cubre totalmente, por ejemplo.
Ahora bien, ¿cómo se crea y gestiona un fondo de emergencia correctamente?
1. Calculá tus gastos fijos esenciales
Lo primero que debés hacer es calcular tus gastos fijos esenciales mensuales. Dentro de este grupo entran las tarifas de luz, gas, agua, alquiler, internet, telefonía, etc.
Es importante entender que, para que el aporte al fondo de emergencia no sea exageradamente grande, se suelen omitir consumos de ocio como los servicios de streaming, las salidas con amigos o la compra de ropa. Al fin y al cabo, el objetivo de este dinero guardado es atravesar con éxito una etapa difícil pero temporal de nuestras vidas hasta conseguir otro empleo o recuperarnos financieramente.
Evidentemente, resulta complejo hacer una proyección de gastos, en especial en épocas de aumentos como la actual. No obstante, con tomar tu costo de vida actual y sumarle alrededor de un 20% como cobertura será suficiente.
2. Guardá el dinero en moneda dura
Posteriormente, tenés que tomar la cifra conseguida y multiplicarla por la cantidad de meses que querés resguardar. Cuantos más sean, más grande será tu fondo y más colchón financiero tendrás, pero también más aportes tendrás que hacer.
Ahora bien, una vez que tengas el monto, simplemente tenés que empezar a guardar todo lo que puedas de dinero para conseguir su equivalente en dólares.
En los últimos años, con el dólar planchado y la alta inflación local, el costo de vida en moneda dura se incrementó. Pero, en el largo plazo, el avance de la divisa estadounidense y de los precios de la economía real suelen ir de la mano.
3. Hacé un chequeo anual
Una vez que ya tengas tu fondo de emergencia establecido, en el mejor de los casos en una cuenta de ahorro separada de la de uso diario para no caer en la tentación de utilizarlo innecesariamente, tenés que hacerte el hábito de analizarlo anualmente.
El motivo es sencillo: la vida cambia constantemente, por lo que tus necesidades financieras pueden no ser las mismas de un año a otro, tal vez por la llegada de un hijo o por la zona a la que te mudaste.
La idea es que siempre tengas en tu fondo la cantidad de dinero necesaria para solventar los meses propuestos en caso de que pierdas tu principal fuente de ingresos.