El dato de la inflación se convirtió en la variable más importante para el Gobierno, que está adaptando todas sus medidas para mostrarlo como el termómetro para evaluar el plan económico.
Luego de cinco meses consecutivos a la baja, el IPC de junio mostró un repunte a partir del aumento de precios regulados que se espera revertir en julio, aunque el grado de desaceleración varía significativamente según cada consultora.
De hecho, a principios de mes el promedio del mercado esperaba otro repunte comparado con el mes anterior al proyectar un 4,8% en el REM, un número que ahora se espera que retroceda en la presentación del próximo informe a principios de agosto.
Entre las últimas mediciones de las consultoras, la menos optimista es C&T, que proyecta un retroceso de sólo 0,2 puntos porcentuales para situarse en un 4,4% mensual. En su tradicional informe, destacan los fuertes aumentos de componentes relacionados al turismo por las vacaciones de invierno y una fuerte presión del rubro frutas y verduras también por motivos estacionales.
En segundo lugar, se ubicaron los cálculos de Eco Go, que anticipa un 4,1% a partir del aporte de regulados (6,1%) que vuelven a tener un rol preponderante por las subas de combustibles, agua y cigarrillos. Incluso luego de la política de congelar parcialmente los impuestos al surtidor. Es decir, que estaría por debajo del nivel de mayo (4,2%), el más bajo hasta ahora en lo que va del año.
“La prioridad volvió a ser contener la dinámica de precios y se pospusieron los anuncios en materia de tarifas, así como también de combustibles. De cara a la segunda parte del año, ya con un menor ingreso de dólares, todos los cañones apuntan al frente cambiario y a evitar un frente disruptivo en el tipo de cambio que provoque un nuevo salto de inflación”, analizaron.
Ya en un número debajo de la barrera del 4%, algo que todavía no se había logrado en 2024, están las mediciones de Aurum Valores (3,8%), Fundación Libertad y Progreso (3,8%), Equilibra (3,5%) y Price Stats (2,8%).
Un dato relevante que hasta el momento no venía existiendo es la proyección que realizó el Banco Central en su presentación en los Estados Unidos a cargo de su vicepresidente Vladimir Werning, que anticipó un 3,7% para este mes.
Este sorpresivo reporte a cargo de la máxima autoridad monetaria tuvo un fuerte impacto en el mercado, con un notable ajuste de los bonos CER. “El mercado tomó nota y se empezó a ver, rueda tras rueda, ventas de bonos CER, lo que significa que esperan una menor inflación. Ese dinero se está yendo a instrumentos en tasa fija en pesos como las Lecaps que están en el orden del 4,5% los más largos. Es decir, esperan que la tasa fija le gane a la inflación”, explicó un analista a Forbes.