Las criptomonedas realmente pueden cambiar vidas y, dependiendo de dónde se mire, muchas vidas ya han cambiado gracias a una tecnología tan innovadora.
Brandon "Bdice" Bebe, un artista multimedio de Vancouver, Canadá, llamó la atención en Twitter cuando Justin "3LAU" Blau, el famoso DJ estadounidense, productor de discos y ahora empresario de Web3, ayudó a pagar su deuda universitaria a través de criptografía en solo cuestión de segundos.
Entre 2011-2012, Bdice comenzó a subir una canción todos los días a su canal de YouTube, en una serie a la que llamó "Daily 16s". Lo hizo mientras asistía a la escuela de Ingeniería de Audio y Producción Musical. Y al final de su serie, había sumado más de 1 millón de visitas y 10.000 suscriptores.
Pero a pesar de su buen andar en la música, en los últimos diez años el artista fue acumulando una carga financiera importante con una deuda en la Universidad. Al punto de volverse algo insostenible. Por suerte, en su camino se cruzó con 3LAU, quien es uno de los mayores defensores de las criptomonedas en la industria de la música.
Bdice conoció a 3LAU a través de @OnChainTV, que es un espacio de Twitter donde artistas musicales de todo tipo pasan el rato todas las noches y discuten sobre Web3.
Un día, Bdice tomó la posta y le envió un mensaje privado a 3LAU en Twitter, para pedirle consejos sobre su plan para pagar su deuda en la Universidad usando sus 10 años de contenido musical, mediante la creación de un proyecto que le permitía ganar 20,5 en Ethereum o un poco más de US$80.000. en CAD.
Un par de días después, en el mismo espacio de Twitter, sucedió lo inimaginable: 3LAU le dijo a Bdice que leyó su DM de Twitter y le preguntó si podía compartir su historia y situación en ese mismo momento. Después de que Bdice le contara en profundidad, con más detalles, 3LAU conectó inmediatamente su billetera criptográfica y le envió exactamente 20,5 en Ethereum o US$ 80 000 CAD a su billetera.
Como se habrán imaginando, toda la sala del espacio de Twitter se volvió loca y hasta el día de hoy a Bdice todavía le cuesta creer lo que había sucedido. A su vez, espera que su historia sea un recordatorio de que realmente la Web3 puede cambiar vidas.