Cómo amortiguar el impacto de los aumentos de servicios de febrero con la ayuda de una estrategia de inversiones
La primera medida que tendrán que tomar los ahorristas será poner a trabajar el dinero en cuanto lo reciban, posponiendo lo máximo posible los pagos de servicios.

Todo apunta a que febrero será un mes complicado para los argentinos, ya que se prevén algunos aumentos de servicios que podrían impactar ferozmente en los ahorros.

Por ejemplo, las empresas de medicina prepaga ya informaron incrementos de precio de alrededor del 30% para el segundo mes del año, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se aplicará la segunda parte del aumento del 56% en la tarifa de subte.

A su vez, los inquilinos con contratos firmados entre el 1 de julio de 2020 y el 17 de octubre de 2023, regidos bajo la Ley de Alquileres, afrontarán subas que se aproximan al 147% por el ajuste vinculado al índice de contratos de locación.

En tanto, los proveedores de telefonía, cable e internet aplicarán el segundo aumento del año, superando el 25% en febrero. Por otra parte, el combustible también crecerá debido a que se vence el congelamiento de su impuesto vigente desde 2021. En este caso, también sería en un 25%.

Y para los servicios públicos, como gas y luz, si bien no se sabe con exactitud cuánto aumentarán, sí que podrían subir más de un 100% en el transcurso de los próximos meses.

 

Debido a esta situación, los argentinos deben aprender a invertir para amortiguar, parcial o totalmente, el impacto de estos eventos.

Para Fernando Villar, asesor financiero independiente, lo primero que hay que hacer es poner a trabajar el dinero apenas entre a la cuenta bancaria y posponer lo máximo posible los pagos de servicios. Para esto, se puede aprovechar la caución bursátil, el "plazo fijo de la bolsa".

"No hay que pagar antes, no hay que hacer pagos anticipados, hay que tratar de mantener los pesos en nuestro poder el mayor tiempo posible, preferentemente en cauciones, que están rindiendo aproximadamente 88% anual", detalló el experto.

Y añadió: "O se puede invertir en algún fondo money market, ya sea del banco o de alguna administradora, pero estos fondos están rindiendo menos, ya sea por la inversión en sí o por una cuestión de comisiones. Esos fondos están rindiendo 83%/84%, no mucho más que eso".

Por otra parte, Villar comentó que, para los próximos meses, que también podrían venir con aumentos de servicios y otros bienes de la economía real, se puede apostar por fondos de inversión que cuenten con letras del Tesoro, atadas a la inflación y/o a tasa fija o bien armar una cartera de obligaciones negociables que brinde una renta periódica en dólares.

 

Si el inversor tiene algo más de experiencia y conocimientos de mercado, entonces se puede construir un portafolio más específico y diversificado, como el detallado por Joaquín Arregui, fundador de la consultora Extensio.

"Si queremos invertir en renta fija, para amortiguar la suba porcentual en pesos que se vendría en febrero, lo más recomendable es diversificar los ingresos en cuatro instrumentos financieros", expresó.

Posteriormente, explicó su propuesta: "25% en la letra CER X20F4 a descuento. Vence el 20/02/24 y hacemos rollover con la siguiente letra. 20% en el bono indexado por inflación TX24, podría estar a la par si la inflación proyectada para enero es del 24%. Vence el 14/04/24. 20% en el bono indexado por inflación T3X4, podría estar un 5% más caro que la inflación proyectada para enero. Vence el 25/03/24. 20% bono en el Bopreal dollar linked BPO27, que vence en octubre del 2027. 15% en el bono dollar linked T2V4, que vence el 30/09/24".

 

Otra forma de "salir victorioso" con los aumentos de febrero es directamente invertir en las empresas que saldrían beneficiadas.

"Para amortiguar el impacto en los precios de las naftas, la mejor manera para mí es estar cubiertos primero con acciones de Vista Energy y luego con acciones de YPF", comentó Miguel Braun, asesor de inversiones en Fox Capital.

"Vista es una empresa que está más enfocada en lo que es producción de petróleo no convencional en Vaca Muerta, y ahora todo esto de que van a liberar el mercado de energía en Argentina y que se está equiparando el precio interno al precio internacional del barril de petróleo me parece muy positivo para la empresa. Sumado a esto, también la devaluación del dólar oficial les permite recibir más pesos por las exportaciones que hacen", sostuvo.

Y agregó: "YPF me gusta, pero tiene mucho ruido político. Tiene muchísimos activos muy valiosos y actualmente la empresa cotiza por debajo del valor de su patrimonio neto. Sin embargo, no es claro qué va a pasar con la privatización y también por ser controlada por el Estado en algún momento quizás sus flujos puedan quedar embargados para pagar la deuda del juicio por la estatización de YPF. Con lo cual, tiene muchos más interrogantes que Vista y además tiene menores retornos sobre el capital empleado".

 

Para reducir las consecuencias de las altas tarifas de gas y luz, Braun aconseja invertir en una compañía del sector como Pampa Energía, que genera electricidad y también produce gas natural, teniendo asignado, por ejemplo, el 42% de la capacidad del nuevo gasoducto.

"El segmento de generación está menos regulado que el segmento de distribución. Además, Pampa tiene unos números excelentes: buenos retornos sobre el capital empleado, cotiza al valor de su patrimonio neto y tiene todo para seguir creciendo. Por último, Pampa es dueña de más del 25% de TGS, con lo cual comprando Pampa también tenés exposición a todo lo que es el transporte de gas viniendo de Vaca Muerta y un aumento en los precios de transporte y distribución, que también va a pegar en las tarifas", relató.

"Otra alternativa más sería comprar acciones de Edenor, que es la mayor distribuidora de electricidad de la Argentina en términos de cantidad de clientes y electricidad vendida (tanto en GWh como en pesos). Es una buena empresa y viene subiendo mucho, pero la  compañía opera su negocio en un segmento altamente regulado. Las tarifas y los demás términos de concesión se encuentran sujetos a la regulación del Gobierno Nacional actuando a través de la Secretaría de Energía y el ENRE. Esto lo hace más sujeta a las decisiones del Gobierno", concluyó.