Por muy concentrados que estemos en nuestro objetivo de contar con unos ahorros sólidos, comprar una casa, jubilarnos pronto o pagar la hipoteca, a veces nuestro mayor obstáculo hacia la meta somos nosotros mismos.
Asumámoslo cuanto antes: todos cometemos errores estúpidos con nuestro dinero. Afortunadamente, los malos hábitos son tan fáciles de adoptar como de perder, y cuanto antes empecemos, mejor.
1. Comprar demasiado en el súper para terminar tirando comida a la basura
Seguro que ahora mismo estás levantando la mano y susurrando "culpable". Dos consejos: nunca vayas a hacer las compras al supermercado hambriento, ya que comprarás mucho más de lo que necesitas y de lo que puedes consumir.
Segundo, planea tus comidas con antelación por medio de un sistema semanal. Si sabes que un día no vas a poder cocinar o que seguramente termines cenando afuera, no te engañes. Y si, aun así, te surge algo que no habías planeado, cocina igualmente y congélalo.
2. Guardar las sobras en la heladera aún sabiendo que no te las vas a comer
Hay gente que prefiere perder su tiempo en cocinar algo fresco que comer las sobras del día anterior. Es un hecho. No pasa nada, pero asúmelo y cocina porciones más chicas.
3. Decirte a tí mismo "voy a comprarme esto porque me lo gané"
Estás en todo tu derecho de recompensarte a tí mismo después de una semana dura, pero antes pregúntate si puedes permitirte el capricho. Si ahorraste para poder hacerte con él, adelante. Pero si no es así, y esta compra va a suponerte ir "pelado" el resto del mes, piénsalo dos veces antes de sacar la tarjeta de crédito a pasear.
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4. Posponer el ahorro para el futuro
Siempre creemos que más adelante nos será más fácil ahorrar. Pero esa idea de un futuro en el que ganamos un montón de dinero puede ser una trampa. Nunca sabes lo que te va a pasar o para qué puedes necesitar el dinero, especialmente si tu objetivo a largo plazo es sentar la cabeza y formar una familia.
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5. No guardar los recibos importantes
No te estamos diciendo que guardes el ticket de la manzana que te compraste ayer en la verdulería, pero sí es recomendable conservar los recibos de los desembolsos importantes. Agarra un sobre y asegúrate de guardar en él todos ellos.
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6. No revisar tus cuentas
Ahora que todo funciona con tarjeta de crédito es fácil caer en la tentación de ignorar tu cuenta bancaria. Y claro, después llegan los sustos: puede que te hayan hecho un cargo equivocado, o que este mes hayas gastado más de lo que debes sin darte cuenta.
7. Comprarte todo el equipamiento o material de cada nuevo hobby
Puede que este fin de semana hayas probado con unos amigos el surf, el bádminton o el tiro con arco y te haya encantado, pero eso no significa que esta tarde tengas que ir a comprarte todo el equipo. Invierte en ello cuando estés seguro de que lo vas a utilizar durante mucho tiempo.
8. Compararte con los demás
No hagas todo lo que hace tu compañero de trabajo porque gana lo mismo que tú ganas y puede permitírselo. Nunca sabes qué esconden en realidad las finanzas de una persona: puede que haya heredado muchísimo dinero o propiedades, que en otros aspectos tenga menos gastos, que haya ahorrado durante años para comprarse ese coche o la casa de sus sueños o que, simplemente, gaste por encima de sus posibilidades.
*Nota publicada en Forbes España
