Carlos Rosales, el dueño de Garbarino, en su peor momento
El juez Fernando D'Alessandro, titular del Juzgado Nacional en lo Comercial Nª 7, que habilitó el concurso preventivo de la empresa, ordenó que no pueda salir del país, pero el empresario apeló y lo autorizaron a viajar a República Dominicana. La empresa presentó un estado patrimonial con activos por 14.216,86 millones de pesos y 25.422,1 millones de pasivo.

Muchos trabajadores de Garbarino suelen preguntar por el paradero del dueño de la cadena de electrodomésticos, Carlos Rosales.  La misiva enviada con su renuncia a la tesorería de San Lorenzo, sirvió para devolverlo al centro de la escena y especular con que se encuentra en el país y mostrándose poco.  Fuentes del entorno del empresario, dueño del grupo asegurador Prof; de Compumundo; Radio Continental y del restaurante Schiaffino Bistró en la Recoleta, aseguraron que se encuentra abocado a hallar una solución financiera a los problemas que acarrean las empresas que dirige. 

Garbarino



Sea como fuere, el juez Fernando D'Alessandro, titular del Juzgado Nacional en lo Comercial Nª 7, que habilitó el concurso preventivo de Garbarino, , ordenó que no pueda salir del país, pero el empresario apeló y lo autorizaron finalmente a viajar a República Dominicana.

En la práctica no restringió el derecho individual de Rosales de viajar al exterior sino que dejo por escrito que para hacerlo es necesario tramitar un permiso ante el juzgado interviniente siempre que el plazo no sea superior a 40 días corridos.

El permiso solicitado se extiende desde el 28 de diciembre hasta el 10 de enero inclusive por lo que totalizan 14 días corridos. En estos momentos, Rosales se encuentra en Santo Domingo, capital de la República Dominicana y no han trascendido los motivos de su incursión a tierras del Caribe.

Según el expediente judicial, con fecha del 22 de diciembre pasado, al 10 de octubre, Garbarino presentó un estado patrimonial con activos por 14.216,86 millones de pesos y 25.422,1 millones de pasivo. 

Carlos Rosales



La deuda con los acreedores quirografiaros, figura del derecho civil que cataloga a aquellos que no tienen ninguna garantía particular para la recuperación de su deuda e ingresa en concurso con los demás acreedores en la distribución del producto de la venta de los bienes del deudor insolvente, asciende a 6.017,66 millones de pesos, más $ 1.076,34 millones en concepto de financiación y contabiliza pasivos eventuales por $ 1.373,5 millones.  El fisco, otro de los acreedores privilegiados, reclama cerca de 5.000 millones de pesos por deudas fiscales y previsionales. 

Llegado a este punto, usualmente se impone la venta de activos para saldar deudas. Y, entre las posibilidades registradas se encuentran, la participación de Rosales en Compumundo, cuya tenencia se valuó en 1.438 millones de pesos, Digital Fueguina, 7.627,8 millones, Garbarino Viajes, 1 millón de pesos, Tecnosur, 354,4 millones de pesos. Además, se catalogaron 53 marcas de su propiedad que consolidan un valor de $ 850.000  y la participación en fideicomisos por un total de 430,3 millones. 



Garbarino llegó al concurso con la bolsa flaca. Según los valores anotados en el expediente sólo hay 2,5 millones de pesos en caja menos de 5 millones depositados en entidades bancarias. Muy poco para una empresa de retail con presencia en todo el país. Sus abogados anexaron una lista con 185 deudores por ventas, ¡sí hay gente que le debe a Garbarino!, por un total de $ 703,2 millones y $ 2.138,5 millones  a favor de la compañía por créditos fiscales de organismos recaudatorios de la Nación, provincias y municipios donde opera. 



Hay controversias entre los productores de electrodomésticos por el valor otorgado a Digital Fueguina y a Tecnosur, dos plantas ubicadas en Tierra del Fuego beneficiadas por la ley 19.640 que exime del pago de todo impuesto nacional por actividades que se realicen en el territorio más austral de la Nación. En el caso de Digital Fueguina, sus líneas de producción tienen valor propio, pero la ausencia de contratos la tornan inviable. 



Para algunos sindicalistas que siguen de cerca las actuaciones  judiciales, Carlos Rosales no debería poder salir del  país no sólo por la situación de Garbarino y sus empresas subsidiarias sino por la situación que enfrenta el grupo asegurador Prof. El grupo asegurador Prof, Productores de Frutas Argentinas Cooperativa de Seguros Limitada, expone su futuro a la decisión de la Justicia luego de apelar las resoluciones de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN). 



Las decisiones de la superintendenta, Mirtha Adriana Guida, del 16 de septiembre, primero, y del 12 de octubre, después, pusieron a la  aseguradora al borde de la liquidación. La funcionaria nacional había advertido por el déficit que surge del Estado de Cobertura de Compromisos Exigibles y Siniestros Liquidados a Pagar en su resolución del mes de septiembre, un resumen de cuenta de los balances correspondientes a la entidad aseguradora que deben presentar todas las empresas del rubro que se desempeñan en el mercado nacional, por la que dictó una inhibición general de bienes que le impidió a la empresa aseguradora realizar actos respecto de sus inversiones. 



El segundo paso adoptado por Guida fue peor para el futuro de la aseguradora y fue la piedra de toque del inicio de las hostilidades judiciales de los directivos de la empresa contra los funcionarios del organismo gubernamental. La Resolución 725/2021, publicada en el Boletín Oficial el 12 de octubre pasado da cuenta de la prohibición de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) para que Productores de Frutas Argentinas Cooperativa de Seguros Limitada emita nuevos contratos de seguros. 



En los considerandos de la Resolución, la SSN afirmó que su decisión se basó en el hecho de que la compañía presentaba un déficit de capital mínimo de más de $ 500 millones, (exactamente  $543.806.153) y también una pérdida en el cálculo de cobertura de más de $900 millones ($905.966.781, en cifras precisas)”. 

La estrategia de Carlos Rosales fue la de judicializar la resolución. En los hechos el dueño de Garbarino podría haber capitalizado la compañía en un plazo lógico de tiempo pero nada de ello ocurrió y en los primeros días de noviembre concurrió a Tribunales para apelar la medida de la SSN.

  • Con información de NA