El economista Carlos Melconian se refirió a la corrida cambiaria del dólar de los últimos días, en un año marcado por las expectativas puestas en las elecciones presidenciales.
Este es un año de la frazada recontra corta, algo después de agosto, después de octubre, va a pasar. La sequía pega no solo por los dólares, sino también en la recaudación por $1,5 millones, también en precios y también en el nivel de actividad. Cualquier cosa que signifique 'adelantar' complica después de agosto, sea desembolsos del FMI o el dólar soja. Cada vez que hagas algo del 2024, complicás al Gobierno que viene, señaló el economista, en declaraciones radiales.
Están subestimando el conflicto y estamos entrando en un nuevo estadio de carácter inflacionario y de turbulencia de avión. Esto se está complicando tanto política como económicamente hablando, subrayó Melconian.
El Gobierno está devaluando y la probabilidad de que tenga que hacer un salto cambiario ha aumentado. Guarda: los contextos donde hay salto cambiario tienen que venir acompañados de algo que haga sentir que mantienen el control de lo que han hecho, advirtió.
Para un salto devaluatorio hay que ver si recomponen el poder político. Renunciar a ser candidato no es renunciar a gobernar y decidir ser candidato no es dejar de ser ministro. Seguir con la nominalidad fiscal con la que estás, el gasto público sigue subiendo, pero como la inflación lo licúa, se ha complicado el escenario político y económico. Sí ha aumentado la posibilidad de salto del tipo de cambio oficial. Todo se corrió un poquito, explicó el ex presidente del Banco Nación.
Había un modelo que era el Fabregazo de 2014, a los efectos de recoger los frutos de tres o cuatro meses antes de la elección. Toda la idea era cuál es el último momento para largar un programita que dos o tres meses te haga escupir sangre, pero antes de la elección te ayuda a ganar. La última fecha para largar algo así era enero o diciembre: eso te come hasta marzo y llegás a mostrar algo para la elección de agosto. Ex post, tomaron la decisión de no hacerlo, reflexionó.
Melconian planteó un panorama poco alentador en el plano económico de cara a las próximas elecciones: Estoy pensando en tres escenarios, uno es la Híper, otro es el Rodrigazo y el otro es muy parecido a cuando empezó a deteriorarse el Plan Austral. Vas a sentir más agradable el tercero. La salida del Plan Austral es algo que va desde 1985 hasta la aparición del Plan primavera (en 1988, durante la presidencia de Raúl Alfonsín), que fue una respuesta electoral al deterioro, que empieza a generar un salto adicional de la tasa de inflación porque necesitás no atrasar el cambio y licuar por inflación. Ahora lo que era 5% estás en 7% y pico y estás cerca de los dos dígitos. Por probabilidad veo un deterioro adicional como el post Austral, anticipó el economista.
Para inventar, mucho no hay. Después vino esa niebla que los confundió, ahí vino el agrande a de anunciar un 3% de inflación para abril y viene el garrotazo de la sequía. No es un buen Gobierno al que lo agarró a la sequía. Es un mal Gobierno con mala praxis al que lo agarró la sequía. Si el Gobierno no define nada, este calvario continúa hasta octubre, concluyó Melconian.