Las letras de capitalización (Lecaps) emitidas por el Tesoro Nacional cobraron gran importancia durante 2024 dada la incertidumbre económica y la trayectoria de la inflación. Sin embargo, a partir de este 2025, comenzaron a ganar más protagonismo algunos títulos con mayor duración: los bonos de capitalización (Boncaps) y los bonos ligados al CER (Boncer).
Básicamente, tal como indica su nombre, la diferencia entre ambos instrumentos financieros es que los Boncaps se negocian con una tasa fija pactada en la licitación, mientras que los Boncer, además, fluctúan en base al coeficiente de estabilización de referencia (CER) ligado al índice de precios al consumidor (IPC).
Por lo tanto, las variables clave que deben observar los inversores para tomar una decisión y armar su estrategia son la propia inflación, que pasó del 25,5% de diciembre de 2023 al 2,7% de diciembre de 2024, y la tasa de interés gestionada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que ronda el 32%.
"Para aquel inversor que quiera tener posición en pesos para el 2025, me inclino hoy por hoy más por las Boncaps en lugar de instrumentos CER, básicamente porque estamos próximos a una baja de tasas de interés por la reducción del crawling peg al 1%, lo que apuntalará a un ritmo cada vez menor de inflación mensual", explicó Matías Kostendt, asesor patrimonial en Bull Market Brokers.
"Con lo cual, este proceso de desinflación y baja de tasas será rápidamente captado por el tramo largo de la curva de renta fija en pesos que está rindiendo entre 2% y 2,20% mensual, dependiendo del activo. Una vez producida la baja de tasas de interés, creemos que rápidamente la curva se normalizará y, de esta manera, los activos de largo plazo sacarán mayores provechos dados los rendimientos actuales", añadió.
Por su parte, el asesor financiero independiente Mariano Monferini coincidió en la importancia de quedarse con la tasa fija de cara al mediano plazo apuntando a que la inflación se aleje contundentemente del 118% registrado en 2024.
"La variable que define la elección es la inflación. Para que nos convenga un Boncap, por ejemplo, a diciembre de 2025, tenemos que pensar que la inflación debería ser menor al 22% 0 23%, aproximadamente, lo cual luce optimista pero no imposible. Pero, en todo caso, no pareciera haber un premio muy grande por ir a tasa fija sobre CER. La apuesta del Boncap seria en todo caso ir más largo en la curva y esperar que en el 2026 colapse la inflación", relató el experto.
En tanto, desde Adcap Grupo Financiero mencionaron que habría que esperar algunos catalizadores para el próximo rally de los activos de más largo plazo, como la estabilización del dólar sin intervención o la certeza de una política monetaria mucho más flexible.
"En nuestra opinión, una baja inflación esperada para enero debería ser la señal para extender la duración, la que el Banco Central necesita para recortar las tasas cómodamente", sostuvieron los ejecutivos.