Luego del golpe legislativo por el rechazo del DNU en el Senado, el Gobierno se anota un triunfo económico en la pelea que más le importa: la baja del gasto. Según los datos de febrero anunciados por Caputo, el segundo mes del año cerró con superávit financiero al igual que sucedió en enero.

El comunicado del ministro asegura que el resultado primario fue positivo por 1.232.525 millones de pesos, mientras que el financiero dio un saldo favorable de 338.112 millones de pesos.

Los números surgen gracias a una fuerte contracción del gasto público del 36,4% en términos reales, levemente opacados por una caída de los ingresos en el orden del 6,3% de forma interanual.

El dato era muy esperado por el mercado debido a la fuerte estacionalidad del mes de enero donde suele resultar más fácil alcanzar un equilibrio fiscal. De todos modos, todavía hay cuestiones que ponen en duda la sostenibilidad de este rumbo, como el freno de los pagos a Cammesa que en algún momento deberá solucionarse y una eventual actualización de las jubilaciones que vienen muy atrasadas.

Otro interrogante que emerge del análisis de los economistas es el efecto que tendrá la recesión en la recaudación. Algo muy usual en períodos de caída de la actividad económica es que los ingresos se vean muy golpeados, lo que incrementa la necesidad de corrección del gasto.

Lo concreto es que, por el momento, las cifras vienen cerrando de manera favorable en esta batalla a la que Milei le asignó total prioridad. En el acumulado de este primer bimestre del 2024, el resultado primario alcanzó el equivalente al 0,5% del PBI.

De esta manera, totalizó los 3.243.270 millones de pesos y el resultado financiero fue positivo en 856.520 millones. En estos dos meses, el gasto acumulado cayó un 38% en términos reales y los ingresos bajaron un 2,5%.