Un equipo de analistas de Bank of America reveló que los inversores globales colocaron US$ 3.600 millones en fondos de bonos corporativos de alta calidad crediticia en la semana finalizada este miércoles. De esta forma, se concretó la semana consecutiva número 31 de entradas, la racha más larga desde el 2019.
El aumento de las tasas de interés a nivel internacional obligó a incrementar los rendimientos de la deuda privada, lo que atrajo a compradores que buscaban los pagos. Otro factor fue la esperanza de que los precios de los bonos repunten cuando las tasas arranquen a caer.
El banco estadounidense informó que los inversores depositaron US$ 5.100 millones en fondos de bonos en general durante el periodo analizado, siendo la semana consecutiva 21 de ingresos.
"Los inversores todavía están comprando esa prima adicional que pueden obtener de los bonos corporativos", mencionó Michael Weidner, codirector de renta fija global en Lazard Asset Management, en diálogo con Reuters.
Según el experto, un crecimiento más fuerte de lo esperado en los mercados más desarrollados respaldó los segmentos de deuda corporativa. “Las temporadas de presentación de informes siguieron sorprendiendo al alza. La desventaja parece ser muy limitada en la compra de crédito en este momento”, añadió.
De todas formas, a pesar de las entradas, los bonos sufrieron porque la inflación se mantuvo por encima de los objetivos del banco central de Estados Unidos y las tasas de interés parecen mantenerse más altas por más tiempo. De hecho, en lo que va del año, los bonos privados retrocedieron un 1,7%, mientras que los públicos bajaron un 5,6%.
