El Gobierno suspendió las exportaciones de harina y aceite de soja y se espera que incrementen las retenciones tanto para estos productos como para otras materias primas y derivados.

En respuesta, la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) comentó que la medida afectará al ingreso de divisas y al empleo en el sector agroindustrial.

Y por si esto fuera poco, también detalló que "pone fin a los fideicomisos de maíz, trigo y aceite, puesto que cambia las condiciones de comercio exterior".

Por su parte, Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, declaró que "al Gobierno no le importa ni el bolsillo de la gente ni la actitud del productor, sino sus problemas y situaciones fiscales".

"Siempre nos hemos manifestado en contra de las actitudes unilaterales en temas tan importantes que están vinculados a precios, al abastecimiento de la alimentación saludable y sustentable y a lo que incide en la actitud del productor", agregó el ejecutivo.

En cuanto a las consecuencias de las medidas, el analista Salvador Di Stefano expresó: "El Gobierno le subirá las retenciones del 31% al 33% a la harina de soja y aceite de soja, mientras que el poroto de soja seguirá al 33%. El problema es si los exportadores le trasladan este costo al productor".

"Las primeras proyecciones indicarían que, si esto ocurre, el productor podría recibir entre USD 10 y USD 15 menos. Esto va a generar mucha discordia. El precio FOB de la soja es de USD 707 y el productor recibe al día viernes USD 273,20 de bolsillo, esto implica una quita del 61,4%. Lo voy a decir en latín, es un robo a mano armada", sentenció el experto.

Y pronosticó: "Creo que iremos como mínimo a un paro en la comercialización de granos, ya que descuento que los exportadores trasladaran esta suba de retenciones a la cadena. Aquí cuando se gana no hay traslado, pero cuando hay perdidas se trasladan todas".