La confirmación del ingreso de la Argentina al BRICS fue tan celebrada en el Gobierno, que motivó la reaparición del presidente Alberto Fernández, quien había desaparecido de la escena pública durante toda la campaña electoral. Sin embargo, el objetivo de viabilizar nuevos esquemas de financiamiento para paliar la preocupante situación de reservas del Banco Central no se podría concretar hasta el año 2025.
Fuentes especializadas en financiamiento internacional explicaron a Forbes que, para ser sujetos de crédito del New Development Bank (NDB), la institución financiera del BRICS, hace falta un largo proceso que demandaría unos dos años.
“El banco de desarrollo de ellos por estatuto no deja financiarte si no sos parte. Y para eso, primero hay que llevar el proyecto de adhesión al Congreso que, con suerte, estará listo para el año que viene. Luego, Argentina tiene que pagar su cuota de ingreso que es un aporte de capital. Eso tiene que ser aceptado por los BRICS y recién ahí empezar a trabajar para un proyecto que podría recibir financiamiento para el 2025 siendo optimistas”, indican.
En un primer momento, la idea de ingresar al BRICS emergió frente al fracaso en las negociaciones bilaterales con Brasil para recibir apoyo crediticio y se pensó como un instrumento para solucionar la falta de inversores para el segundo tramo del Gasoducto Vaca Muerta, que irá de Salliqueló a San Jerónimo.
No obstante, el estatuto de este banco que da préstamos para proyectos de infraestructura no avalaría este sendero. Por lo tanto, el Gobierno debió contentarse con resaltar el potencial en el ámbito del comercio exterior.
"Es una política de Estado buscar la integración con diferentes instancias a nivel regional y mundial, porque está probado que de ese modo aumentamos nuestras posibilidades de abrir nuevos mercados, de consolidar los existentes, de favorecer los flujos de inversión creando empleo, de aumentar las exportaciones y de desarrollar la aplicación de nuevas y mejores tecnologías. Es una oportunidad para aumentar la capacidad de nuestra exportación a los países miembros, así como fortalecer nuestras oportunidades comerciales con países que mantienen relaciones de segundo orden con ellos", dijo el primer mandatario argentino.
Por su parte, la candidata opositora, Patricia Bullrich, salió al cruce y aseguró que, de llegar a la presidencia del país, sacará al país de este bloque. "Quiero dejar una cosa muy clara: hemos expuesto nuestra posición contraria al ingreso a Brics. Un presidente que se está yendo no puede decir qué va a pasar en política internacional en los próximos años y comprometer a la Argentina en un sistema que nada tiene que ver con nuestros principios. Argentina en nuestro Gobierno, no va a estar en BRICS”, manifestó.
El bloque agrupa al 42% de la población mundial y al 23% del PBI global. Tres de sus cinco miembros son los principales socios comerciales de la Argentina, siendo los primeros compradores de los productos de muchas provincias del país.