El Gobierno a cargo de Javier Milei prometió durante su campaña presidencial y luego de asumir que recortaría impuestos para que los argentinos sufrieran de una menor presión tributaria. Sin embargo, los derechos de exportación y el impuesto al cheque, dos de los tributos nacionales más molestos, siguen existiendo.
Es que, para eliminar directamente estos impuestos distorsivos, el peso relativo del gasto público consolidado debería disminuir en la misma proporción que la presión tributaria actual.
Es lo que advierten desde el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que presentó un informe en el que se explica que los derechos de exportación y el impuesto al cheque junto con los impuestos provinciales de ingresos brutos, el impuesto a los sellos y la tasa de municipalidad de seguridad e higiene (TISH), suman una presión efectiva del 8% del producto bruto interno (PBI). Lo que quiere decir que el gasto público debe caer unos 8 puntos porcentuales (pp) del PBI.
Según los especialistas de IARAF, si la economía crece un 3% anual en 2026, se abriría la puerta para una reducción de 0,5 pp de presión tributaria efectiva de derechos de exportación (un recorte del 35%). Luego, en 2027, se bajarían otros 0,5 pp del PBI del mismo impuesto.
"En el año 2028, se reduciría el 0,43% del PBI restante de derechos de exportación y se seguiría con una baja de 0,06 pp del PBI del siguiente impuesto distorsivo, el impuesto al cheque. Este ejercicio se repite para los años siguientes: una vez eliminado el impuesto al cheque, seguiría el impuesto provincial a los ingresos brutos y el impuesto a los sellos, hasta completar el descenso de 8 pp del PBI de la presión tributaria efectiva consolidada en 2043", agregaron desde el organismo.
Por otra parte, visualizando un escenario más optimista en el que la economía crezca un 4%, desde IARAF detallaron que la reducción de los impuestos sería más rápida por el mayor descenso anual de la presión tributaria efectiva. Por ejemplo, para 2027, ya se eliminarían los derechos de exportación por completo.
"En términos de reducción porcentual, en este escenario los descensos serán mayores respecto al primer escenario. Derechos de exportación caería un 55% en 2026 y el 45% restante en 2027. El impuesto al cheque sería eliminado en 2030 e ingresos brutos caería a un ritmo del 16% anual a partir del 2030, para ser eliminado en 2036 junto con el impuesto a los sellos provincial. TISH sería eliminado en 2037", sostuvieron.
Por último, contemplando un crecimiento anual del 5%, ya en 2028 se lograría eliminar derechos de exportación y el impuesto al cheque. En este caso, la reducción de la presión tributaria efectiva de 8 pp se alcanzaría recién en el año 2034.
"Nuevamente, la caída porcentual de la presión tributaria efectiva de cada tributo se incrementa al incrementar el supuesto de crecimiento anual del PBI. En este caso derechos de exportación sería eliminado al segundo año del ejercicio en 2027, Cheque en los dos años siguientes, ingresos brutos e impuesto a los sellos provincial al año 2033 y TISH al año 2034", añadieron.
A modo de conclusión, los economistas y contadores del IARAF mencionaron que, para lograr estos recortes tributarios, se necesita de la coordinación entre los tres niveles de Gobierno (nacional, provincial y municipal), de modo que se pueda garantizar el cumplimiento de la regla fiscal del gasto y de coordinar y aplicar la secuencia de eliminación de impuestos establecida.