Argentina pudo superar los efectos de la sequía de 2023 y recuperó el primer puesto en el mercado internacional de harina de soja, según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Desde la campaña 1997/1998, Argentina se había mantenido como el principal exportado global del producto, pero el país sufrió la peor sequía de los últimos 60 años durante la campaña 2022/2023.
Como la capacidad de producción y molienda de Argentina se vio afectada por el fenómeno climático, Brasil se consagró como el mayor exportador por primera vez en 25 años. No obstante, en el primer semestre del 2024, las exportaciones de harina de soja crecieron interanualmente un 46% hasta rozar las 14 millones de toneladas, contra las 11,7 millones de toneladas de Brasil y las 7,8 millones de Estados Unidos.
De acuerdo a la BCR, el crecimiento se dio con una capacidad ociosa de alrededor del 42% durante las últimas tres campañas de producción normal. A pesar de contar con infraestructura para aumentar la molienda de soja, no se observó un aumento significativo en la producción sojera en los últimos años, destacaron los economistas a cargo del informe.
Frente a Brasil y Estados Unidos, Argentina tiene una menor cantidad de plantas procesadoras, pero son de mayor tamaño y más eficientes, lo que hace que la capacidad teórica de procesamiento anual total sea comparable a la de las otras potencias. En concreto, Argentina tiene un total de 43 plantas, mientras que Brasil tiene 85 y Estados Unidos, 75. Pero la capacidad total por año es de 66,82 millones, 66,77 millones y 73,71 millones, respectivamente.
En los últimos 10 años se observa que aproximadamente la mitad del crushing anual se realiza durante el primer semestre del año en Argentina, Brasil y Estados Unidos. Estos dos últimos exhiben una tendencia de crecimiento sostenido y relativamente estable a lo largo del período analizado. En contraste, Argentina presenta mayor variabilidad a lo largo de la última década", se detalló en el estudio.
Y teniendo en cuenta las estimaciones de la campaña 2023/2024, en un periodo de 14 años, las importaciones mundiales de harina de soja habrían crecido un 25%. En tanto, las exportaciones desde Estados Unidos y Brasil habrían crecido a un ritmo promedio anual del 4% y 3,2%, respectivamente durante el periodo.
En cambio, Argentina sufrió una caída promedio anual de envíos al exterior de este producto del 0,9%. Aunque la Argentina hoy mantenga la posición de principal referente sobre el comercio internacional de harina de soja, ya no lo hace de forma indiscutida y supo perder terreno sobre un mercado que no paró de crecer, concluyeron desde la BCR.