Argentina logró su quinto mes consecutivo de superávit comercial con Brasil y se acelera el intercambio
De cara al futuro, se espera que los niveles de importación continúen comprimidos por un menor consumo y nivel de actividad económica que en 2023.

Un informe de la consultora ABECEB reveló que, en julio, Argentina logró su quinto mes consecutivo de superávit comercial con Brasil tras cerrar el mes con US$ 34 millones. De esta forma, en los primeros siete meses del año, el saldo positivo es de US$ 141 millones, lo que implica una reversión de US$ 4.261 millones frente al déficit de US$ 4.120 millones del mismo periodo de 2023.

En julio, las importaciones desde Brasil llegaron a los US$ 1.167 millones y mostraron una caída interanual del 27,8%, mejor que la baja del 50,8% año a año observada en junio o la del 42,7% de mayo. En el agregado de 2024, las compras externas acumularon una disminución del 35,4% frente a igual periodo del año anterior.

Por su parte, las exportaciones argentinas a Brasil mostraron un desempeño más alentador en julio, totalizando US$ 1.201 millones y creciendo un 20% respecto al mismo mes un año atrás. Esto implica una aceleración en comparación con la suba de 8,8% anual en junio y marca su segundo mejor guarismo del año y su mejor cifra desde marzo de 2023. En el acumulado del año, las ventas externas subieron un 5% interanual. 

 

Cabe señalar que, de la reversión comercial hasta conseguir superávit, el 40% se explicó por una baja en las importaciones de soja (US$ 1.689 millones), mientras que el 6% se debió a las menores compras de energía eléctrica (US$ 264 millones).

De cara al futuro, se espera que los niveles de importación continúen comprimidos por un menor consumo y nivel de actividad económica que en 2023. No obstante, se estima un aumento al margen por la apreciación real del peso, la baja del impuesto PAIS y el recorte del calendario de importaciones que impactará negativamente sobre el saldo ingresado.

Asimismo, tendrán un impacto balanceado sobre el comercio bilateral las perspectivas de crecimiento de la economía brasileña, que implican una desaceleración respecto a 2023 pero un avance frente al primer semestre.