Forbes Argentina
Germán Burmeister, presidente de Shell Argentina
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"Argentina se está posicionando como un potencial proveedor del GNL a nivel mundial y es una opción que vamos a investigar"

Fernando Heredia

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En una entrevista con Forbes, el presidente de Shell Argentina habla sobre las inversiones que se vienen en Vaca Muerta y las chances que tiene el país para desarrollar un proyecto exportador de gas licuado.

25 Octubre de 2024 15.30

Con un escenario exportador de petróleo mucho más despejado gracias a los proyectos de infraestructura en marcha, el gran tema de debate de esta Argentina Oil & Gas 2024 pasó por el GNL y los desafíos que tiene el país para convertirse en un proveedor global.

Siendo uno de los grandes jugadores gasíferos a nivel mundial, Shell aparece como una de las majors con mejores condiciones para convertirse en el socio que YPF necesita para desarrollar el ambicioso proyecto de licuefacción por 30 millones de toneladas al año.

En el marco de esa discusión, Forbes visitó el stand de Shell para preguntarle a su presidente, Germán Burmeister, qué hace falta para concretar este sueño que tiene toda la industria y cuál es la hoja de ruta de inversión en Vaca Muerta.

Llegaste hace muy poquito a la presidencia de la empresa en un momento en el que se están llevando a cabo discusiones claves para la industria energética del país. ¿Con qué te encontraste y qué es lo que te planteás para la empresa como objetivo macro? 

Creo que es un gran reconocimiento a la industria de haber puesto Vaca Muerta en el lugar en el que está hoy, generando esa expectativa de oportunidad para que sea algo transformacional para la economía argentina. Y yo creo que volver a la Argentina, ayudar a mi compañía siendo creativos a ser parte de un proceso de alguna manera u otra, la verdad, está buenísimo. 

¿Cuáles son los próximos hitos que se vienen en materia de shale oil y a dónde apuntás? 

Nosotros hoy producimos aproximadamente 50.000 barriles día, entre negocios operados e inoperados. Nuestro próximo objetivo es terminar una planta de procesamiento de petróleo y gas en algún momento del año que viene y llegar a 70.000 barriles día en un plazo de 12, 14 o 18 meses.

¿Qué nivel de inversión se requiere para esta etapa? 

Hoy por hoy nosotros estamos invirtiendo entre 500 y 600 millones de dólares al año. 

Teniendo en cuenta toda la infraestructura que está en marcha y la capacidad de evacuación que va a liberar. ¿Qué nuevas áreas tenés en mente para desarrollar? 

Yo creo que Shell tiene una posición muy atractiva en cuanto a posiciones en la cuenca. Estamos estudiando los diferentes escenarios de crecimiento que son dependientes de varios factores. El país, la macro, la infraestructura, las regulaciones, la cadena de valor, la competitividad, el recurso de capital humano. Entonces creo que son varios factores que pueden impactar. Yo creo que todos los proyectos grandes de infraestructura que se están anunciando son fundamentales, así que, como participantes de la industria, bienvenidos. 

Hasta ahora la decisión de la compañía fue enfocarse en la ventana del petróleo. ¿Les interesa empezar a volcarse también como productores de gas en este nuevo escenario? 

A nivel mundial somos uno de los grandes jugadores del GNL y de gas, ya sea de gas por gasoducto, pero principalmente el GNL. Creo que Argentina está entrando, o se está posicionando como un potencial proveedor del GNL a nivel mundial, que es bienvenido. Y bueno, nosotros como compañía y por el rol global que tenemos, es una oportunidad más que vamos a investigar. Particularmente, desde un punto de vista personal, con mucho detalle porque como argentino hay temas que ver a nuestro país creciendo, generando una pata más de la mesa, para una economía que tiene pocas. El deseo está en todos, yo creo que independientemente de quién lo haga o quién participe, acá nos beneficiamos todos. 

¿Lo ves factible? ¿Hay debería hacer el país para crear las condiciones para que esto suceda? 

Yo creo que Argentina se tiene que convertir en un país creíble, con reglas claras, una economía estable donde pueda atraer inversiones. El gran problema de la Argentina en las últimas décadas ha sido una falta de inversión. Elegí cualquier ruta nacional, son las mismas que hace 50 años. La Argentina está sedienta de inversiones. No ahora, hace décadas. Y yo creo que eso es lo que hay que cambiar. 

Pero quizás esos son cambios que requieren muchos años y la ventana de oportunidad de GNL no te da ese tiempo. ¿Cómo estás viendo esos plazos? 

Yo creo que hay una ventana. Después si es de dos, tres o cuatro años, cada uno puede tener su opinión. Pero esa ventana no es eterna y hay que aprovecharla. 

¿Qué novedades tienen en materia de exploración offshore? 

Cuando estábamos celebrando nuestro aniversario de 110 años recibimos el permiso por la declaración de impacto ambiental, que era fundamental para poder empezar la campaña sísmica. Esta ya ha sido contratada y creo que vamos a estar empezándola a fin de año. Son varios meses de trabajo, después de estudio y de análisis, para ver si se amerita el próximo paso. 

¿Cómo percibís la situación actual del país? ¿Te parece que hay cambios positivos para que el sector pueda desarrollar todo ese potencial que hablamos hace tantos años? 

No sé si es una buena analogía, pero varios granitos de arena hacen una playa. Entonces, yo creo que nuestra industria es una de las pocas, pero ojalá de las muchas, que el país necesita para el bienestar y para el crecimiento de todos los argentinos. Entonces, en eso prefiero mirar el vaso medio lleno y ver que nuestra industria va a contribuir positivamente al desarrollo del país. ¿Va a impactar a todos? No lo sé, pero va a impactar a muchos. Y eso ya es súper importante.

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