En medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una publicación del Financial Times encendió nuevas alertas sobre la economía argentina. El foco de preocupación: el aumento acelerado de las importaciones, el fortalecimiento del peso y la presión cada vez mayor sobre las reservas del Banco Central.
Según el artículo publicado por el medio británico, el incremento del comercio exterior —que creció un 30% en los últimos seis meses en comparación con el semestre anterior, de acuerdo con datos del Indec— está directamente relacionado con las medidas tomadas por el presidente Javier Milei para desregular la economía y abrir las fronteras comerciales, tras años de una política más proteccionista.
Entre los rubros con mayor incremento en los niveles de importación se destacan los alimentos, maquinaria agrícola y productos tecnológicos. "Pastas italianas, pan brasileño y manteca uruguaya son cada vez más visibles en las góndolas de los supermercados, tras un aumento de casi el doble en las importaciones de alimentos durante los dos primeros meses de 2025 en comparación con el año anterior", señaló el Financial Times. También mencionó un crecimiento exponencial en las compras de paneles solares y maquinaria importada por el sector agropecuario.
"La estrategia de fortalecer el peso y reducir las restricciones a las importaciones contribuyeron a moderar la inflación, pero no está exenta de riesgos", señaló el artículo, que advierte sobre el delicado equilibrio que enfrenta la administración de Javier Milei: "Al aumentar el gasto en dólares y no lograr recomponer reservas, el país se vuelve más vulnerable a un shock externo o una fuerte devaluación que podría revertir los avances del Gobierno en el control de precios".

El tipo de cambio, clave en esta ecuación, se mantiene en una senda de apreciación real desde diciembre de 2023. El Gobierno estableció una depreciación mensual del 2% -que pasó al 1% desde febrero-, a pesar de que la inflación se mantuvo por encima de ese ritmo.
En este escenario, de a poco, el superávit comercial comienza a ceder. De acuerdo con el Financial Times, en febrero el saldo positivo se redujo a 227 millones de dólares, luego de haber superado ampliamente los 1.000 millones mensuales en buena parte de 2024. A su vez, desde junio del año pasado, la Argentina volvió a registrar un déficit de cuenta corriente,
Además del salto en las importaciones tradicionales, también se registra un repunte en el comercio minorista con proveedores del exterior, gracias al levantamiento de restricciones que regían hasta el año pasado. "Las importaciones provenientes de China son las que más crecieron: se duplicaron en febrero respecto del mismo mes de 2024, mientras empresarios argentinos viajaron a ese país en busca de proveedores", sostuvo el diario. En paralelo, remarcó que "también se dispararon las compras externas a través de plataformas como Alibaba, previamente restringidas".

El fenómeno se refleja incluso en la logística cotidiana. "Hay gente llenando los depósitos de carga de los aeropuertos de Buenos Aires con cajas", dijo al Financial Times Rubén Minond, propietario de Tienda Bike, una empresa que incrementó la compra de luces y bolsos para bicicletas en China. "Estoy comprando más afuera que en el país, porque cuesta menos y es muchísimo más fácil que antes", asegura.
La mejora en el poder adquisitivo en moneda extranjera permitió que más argentinos volvieran a inclinarse por los viajes internacionales. "Se observa un récord casi histórico de viajes al extranjero, impulsado por un peso fuerte que abarató las playas de Brasil y los centros comerciales de Chile", señala el artículo. En ese contexto, en enero el gasto mensual en turismo alcanzó los 1.500 millones de dólares, "el segundo más alto registrado".