¿Cómo es liderar en crisis constante? 

Es un fenómeno mundial. De hecho, se acuñó el término “permacrisis”. A lo largo de los últimos años, a partir del Brexit por poner una fecha, desde el mundo financiero estamos viendo una sucesión de pequeños cisnes negros. En la Argentina, eso está exacerbado y la sensación es que ya ni se habla de crisis. Se convive con un estado raro de turbulencia permanente. Eso nos ha generado una gimnasia de flexibilidad y resiliencia muy interesante. 

¿Y cómo es ser número uno en un mercado así? 

Escuchando al equipo. Es central. Liderazgo es escuchar, es conseguir el talento que necesitás y dejar que actúe. Convivir con el error. En este equilibrio del largo y el corto plazo, tiendo a estar un poco en el corto porque la coyuntura así me lo exige desde el lado de las finanzas. Lo que te pasa es que los clientes hoy te piden soluciones más de corto –cash management, protección–. Es muy difícil desde lo estratégico sentarte a pensar en una Argentina de largo plazo cuando estás desafiado por el corto en términos de protección, de armar un presupuesto.

¿Cómo están transitando este año? 

La macro pareciera estar bastante complicada y descompuesta, y sin embargo la micro está funcionando. Hay una sensación de una cierta actividad que todavía está. Pero de los factores macro, me da la sensación de que cuando arrancamos el año ninguno era imprevisible. Sí por ahí un poco más exacerbada la inflación, un poco más desafiadas las reservas. Pero eran datos de la realidad y son parte del desvelo de todos los días. 

Cuando hablás con tus clientes, ¿con qué preocupaciones llegan? 

A partir de la pandemia se catalizó muchísimo el talento dentro del país, se complementó con conocimientos de tecnología. En esto del esfuerzo exportador de Argentina, una de las cosas que se están exportando es el talento y va a requerir de un esfuerzo retenerlo. Hay una parte que me sigue pareciendo interesante para los patrimonios particulares, no solo corporativos, que es que el dinero tiene una connotación tan emocional y tan afectiva para las familias argentinas que la interfaz humana no se va a terminar del todo. Entonces, tenés la automatización y también las habilidades desarrolladas. A nosotros nos gusta más eso taylor made y cercano. En la Argentina, solventando algunas incertidumbres que vamos a tener que ir transitando en los próximos meses, va a haber oportunidades de upside de inversión. 

¿Cuáles? 

Si la Argentina resuelve sus cuestiones de mediano y largo, o por lo menos se orienta hacia ahí, vas a ver probablemente un montón de inversión en las áreas de Energía, Utilities. Vaca Muerta es la gran clave. Y la gran disyuntiva de los bonos argentinos, que hoy valen lo que valen por las incertidumbres, pero que probablemente sea una oportunidad para aquellos que hoy estén con apetito al riesgo. 

¿Cuáles son los tres principales desafíos a afrontar? 

El consenso va a ser el nombre del juego. Va a ser difícil construirlo. La Argentina se debe conversaciones sobre cambios estructurales que van a ser necesarios. De cualquier manera, pareciera que ya no es tan malo pensar en discutir cuestiones como el déficit fiscal. Vamos a ver cómo se define en las elecciones. Pero es interesante que haya una situación de consenso previo porque hay desafíos estructurales que tenemos que resolver lo más democráticamente posible.