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Alimenticias sin cepo y en alerta: sacan cuentas y hablan del "efecto de una devaluación de 27%"

Matías Bonelli

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Las empresas sostienen que en caso de que la cotización del dólar toque el techo de $ 1400 deberán trasladar ese incremento a precios. Pero también miden la capacidad de compra de los consumidores.

16 Abril de 2025 07.30

Las empresas alimenticias no sacan la mirada de la cotización del dólar. Desde que el Gobierno anunció la banda de flotación para la divisa estadounidense en el sector advierten que, de haber un salto, habrá que trasladar ese costo al precio final de sus productos.

Todavía no hay una definición en cuanto a esta política, pero los ejecutivos advierten que si la cotización se acerca más al techo actual de $ 1400 que al piso de $ 1000 dispuestos por las bandas de flotación, no quedará otra que reacomodar los precios.

"En caso de que el dólar quede cerca del tope no habrá forma de no pensar en un traslado a las góndolas. Estaríamos hablando en ese caso de una devaluación del 27%; ¿cómo hacemos para absorber nosotros ese extra?", sostuvo a Forbes el ejecutivo de una de las principales alimenticias del mercado local.

Si bien en las dos primeras jornadas del dólar sin cepo no mostraron esa reacción no deseada, la industria se mantiene en modo alerta y ya hace números. Incluso, para los próximos días se debería esperar algún encuentro de las empresas que integran la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), para buscar algún tipo de camino común para transitar en caso de que se toque el techo cambiario.

Mientras tanto, lo que también se pone bajo análisis es hasta qué punto el mercado podría absorber esas subas. Es que el nivel de consumo no viene mostrando signos positivos, lo que hace pensar que ese margen de acción no sería demasiado generoso.

consumo - gondola - supermercado
 

Según el último relevamiento que realizó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas mostraron en marzo un comportamiento casi idéntico al de febrero, con un avance de apenas 0,1% mensual. Esta suba casi imperceptible tuvo cierta sintonía con lo que ocurre desde que arrancó el año.

Siempre de acuerdo con la comparación contra el mes anterior, en febrero había caído un 2,9%, mientras que en enero la baja fue de 0,5%.

Y en medio de esto, el comportamiento de los salarios muestra algunas cifras que permitan hacer pensar que se producirá un reacomodamiento capaz de incrementar el nivel de consumo. Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en enero pasado el promedio salarial (4,1%) aumentó por encima de la inflación de dicho ese mes (2,2%).

La atención de las empresas está puesta ahora en ver cómo sigue el comportamiento del dólar en medio de las bandas. Y si llegan a ver la necesidad de subir los precios, saben que de parte del Gobierno llegarán respuestas como las que se vienen dando en los últimos meses, como una mayor apertura de importaciones de alimentos, algo que hasta el momento no tuvo el efecto esperado.

Las cifras oficiales muestran que, desde septiembre del año pasado, cuando se implementó la medida, la importación de alimentos crecieron con fuerza y ya alcanzan al 90% en ese lapso, por un total de US$ 260 millones.

Sin embargo, el precio de los alimentos sigue en alza. De hecho, los últimos datos del Indec, a marzo, sostienen que Alimentos y Bebidas fue uno de los rubros que más impulsó el alza de la inflación. En ese segmento se vio un avance del 5,9%, muy por encima del 3,7% de la inflación general.

Inflación en alza

Las perspectivas inflacionarias, incluso, hablan de un incremento progresivo a raíz de estos movimientos, y algunos analistas ponen al avance del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en torno del 5%. Esto se espera que ocurra incluso durante marzo, según expectativas de economistas como Orlando Ferreres. "Lo más probable es una tasa de inflación mensual en abril y mayo superior al 5%", sostuvo.

Más allá de lo que pueda venir, lo cierto es que ya en la previa de los anuncios oficiales  del viernes pasado -y previendo que se podría cambiar el esquema cambiario- las empresas comenzaron a modificar sus precios, y lo hicieron en base a una previsión de que habría novedades, y que eso tendría un efecto sobre sus costos.

Esa tendencia continuó luego durante el fin de semana, siempre con una expectativa de dólar al alza, y con incrementos que se movieron entre el 10% y el 15%.

Compras por internet. Foto: Pexels
 

"Las empresas que tienen insumos dolarizados lo que intentaron fue no quedar descalzados. Si el salto del dólar hubiera sido más fuerte, el riesgo de perder hubiera sido muy grande", sostuvieron desde una alimenticia.

Más allá de este adelantamiento, desde el sector alimenticio sostienen que "más allá de  los tiempos" el resultado final es que la cotización del dólar oficial sí tuvo un salto respecto del cierre del viernes, en la previa de los anuncios, por lo que ese traslado a precios se iba a terminar dando en algún momento.

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