En medio de una jornada caracterizada por el anuncio del monto del acuerdo con el FMI, las cotizaciones del dólar reaccionaron levemente con el blue cerrando en los $1.300, mientras que el dólar se retrajo apenas hasta $1.292. En el plano del meracado oficial, en tanto, el dólar tarjeta (o turista) se ubica en los $1.420. Sin embargo, al quitar la percepción del impuesto a las ganancias, ambos tipos de cambio cuestan prácticamente lo mismo, lo que podría ser peligroso para las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Actualmente, el dólar tarjeta, que surge de pagar consumos en dólares pesificados, es casi un 9% más caro que el dólar MEP que se consigue comprando y vendiendo activos financieros. No obstante, su operatoria es mucho más sencilla, en especial para los que no están interiorizados con las inversiones.
Y aunque hay que contemplar que las percepciones de ganancias se devuelven al año siguiente, si es que no existe ningún problema en el medio, bastantes personas aún optan o se ven obligadas a escoger los pagos en dólares con tarjeta. De ahí que, a pesar de que a cuenta servicios refleja la salida cada vez mayor de dólares por turismo y compras al exterior, el impacto en las reservas es menor a la mitad de esa cifra porque esos consumos se afrontan con dólar financiero. Es lo que podría cambiar en la medida que se achique cada vez más la brecha entre el dólar tarjeta y el MEP.

"Básicamente, la gente que conozco que hace uso del dólar tarjeta lo hace por simplicidad: lo hace por facilidad de uso, por no andar con efectivo o porque ya se gastó el efectivo que había llevado al viaje", reveló el economista Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, quien agregó que la situación se da incluso aunque "no sea lo más racional desde lo económico".
A hoy en día, sigue siendo mayor el porcentaje de consumidores que elige el dólar MEP, lo que permite que las reservas del BCRA no estén siendo duramente castigadas. Aún así, en un futuro, la situación podría cambiar.
"Esta estrategia tiene implicancias para las reservas del BCRA, ya que los pagos con tarjeta demandan divisas del mercado oficial. En enero, último dato disponible, nos habla de que se gastaron US$ 1.486 millones y se estima que el 70% de eso fue con dólares MEP (propios). Si eso cambia y muchos optan por pagar con tarjeta, va a generarse una mayor presión sobre las reservas", sostuvo el economista Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC).
De todas formas, se debe tener en cuenta que, si bien la proporción de pago con MEP es mayor, los consumos al exterior están creciendo.
"Cuando uno mira que la proporción del total de gastos en el exterior empieza a ser cada vez más con dólar MEP, pero que el total de gastos en el exterior aumenta, tenés un efecto ahí que para las reservas internacionales no es claro porque cada vez hay más gastos en el exterior", relató Kalos.
"Esto es, obviamente, consecuencia del dólar barato; de ese incentivo que el Gobierno termina instrumentando artificialmente al abaratar el dólar para que haya más viajes al exterior, más compras en el exterior, más importaciones de bienes y servicios del exterior con tarjeta en vez de más producción nacional", aseveró el especialista.