El Gobierno nacional implementó cambios significativos en el sistema de tasas de intereses resarcitorios para las deudas tributarias, según lo anunciado en la Resolución 3/2024 del Ministerio de Economía, publicada recientemente en el Boletín Oficial. A partir del 1 de febrero, estas tasas de interés dejarán de ser fijas y se convertirán en tasas variables con ajuste bimestral.
Esta modificación implica que las tasas de interés por el incumplimiento en el pago puntual de obligaciones fiscales, previsionales y aduaneras ya no serán constantes, sino que se adaptarán cada dos meses.
Según el tributarista Sebastián Domínguez, la tasa de intereses resarcitorios pasará de ser un 5,91% fijo a 1,3 veces la tasa activa efectiva mensual de descubiertos en cuenta corriente no solicitados previamente del Banco Nación Argentina (BNA). Esto resultaría en una tasa de intereses resarcitorios de poco más del 15% mensual.
Por otro lado, la tasa de intereses punitorios experimentará un cambio similar, pasando de un 7,37% fijo a 1,5 veces la tasa activa efectiva mensual de descubiertos en cuenta corriente no solicitados previamente del BNA, lo que equivaldría a casi un 18% mensual.
Es importante destacar que las tasas de intereses resarcitorios y punitorios para deudas en dólares permanecerán en el 0,83% mensual y 1% mensual, respectivamente. Además, en el caso de devoluciones, acciones de repetición, reintegros y otros casos, se aplicará la tasa de depósitos a 30 días publicada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que anteriormente tenía un valor fijo del 3,84%.
Estos cambios en las tasas de interés buscan ajustarse a la realidad económica y financiera del país, ya que las tasas anteriores resultaban en un bajo costo por mora y no incentivaban el pago oportuno de las obligaciones tributarias. Sin embargo, esta modificación, que casi triplica las tasas de interés resarcitorios, podría tener un impacto significativo en los contribuyentes, especialmente en un contexto de alta presión fiscal en Argentina.
Además, se señala que las tasas aplicadas a descubiertos en cuenta corriente no pactados son las más elevadas que cobra el Banco Nación Argentina, lo que ha generado discusión sobre la necesidad de establecer tasas más uniformes para diferentes situaciones fiscales.