El dólar Contado con Liquidación (CCL) hilvanó 10 jornadas al alza tras las PASO y finalizó este martes en $802 para la venta en su récord nominal mientras que en la rueda del miércoles abrió al alza. Ese valor se encuentra en términos reales por encima de los niveles de crisis de julio de 2022 antes de la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, aunque por debajo de los niveles de octubre de 2020.
El tipo de cambio CCL es el mecanismo que tienen disponible las empresas para dolarizar sus carteras y sacar las divisas a una cuenta en el exterior, por lo que es una referencia importante del clima de incertidumbre económico y político. Desde las PASO hilvanó diez jornadas consecutivas en alza, con una suba acumulada del 33,9%, y apunta a sumar una más.
Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) señalaron que esa disparada es la más alta para once días después de las primarias desde las de 2019 (39,4%). En el camino hacia las generales y un eventual ballotage se espera una mayor presión sobre los tipos de cambio paralelos.
Así, ya se ubica 2,2% por encima del pico de julio de 2022 ($784 actuales descontando el efecto de la inflación), que fue excedido por primera vez este lunes. Este valor de CCL sólo es superado por el récord de octubre de 2020 de $868, resaltaron.
El dólar oficial mayorista quedó fijo en $350 tras la devaluación del 22% que aplicó el Gobierno el lunes posterior a las PASO. La brecha con el CCL trepó a 129%, el nivel más alto desde el 28 de julio de 2022 (141%) y marcó su octava jornada consecutiva arriba del 108%, según destacó PPI.
Un detalle no menor es que niveles superiores al actual sólo fueron alcanzados en octubre 2020 durante la crisis cambiaria de aquel año, cuando escaló a un máximo local de 132%, y en julio 2022 durante la crisis de la deuda en pesos y tras la renuncia de Guzmán, cuando marcó un récord de 160,8%. Destacamos que lo máximo que la brecha permaneció por encima del umbral de 128% fue durante 12 ruedas en la última experiencia mencionada, señaló la sociedad de bolsa.
Como telón de fondo de la presión en la brecha cambiaria se encuentra la escasez de dólares del BCRA, situación profundizada por la sequía, y la incertidumbre política tras la victoria de Javier Milei en las últimas elecciones. Las reservas netas según la metodología del FMI se encuentran en negativo por unos US$4.500 millones.
Creemos que, en el actual contexto, el ancla será política, pero faltan 35 ruedas para las generales y, en caso de una segunda vuelta, restan 55. La brecha nunca se mantuvo en niveles críticos por tanto tiempo, por lo que entraríamos en terreno desconocido. Con semejante gap, la oferta extraordinaria del MULC podría tensarse en breve, aunque consideramos que el oficialismo intentará buscar algo de aire con la implementación de un nuevo dólar 'soja' para postergar las ventas del BCRA. Pasada esta liquidación, las ventas oficiales serán inevitables. Esto deteriorará aún más las expectativas devaluatorias en la antesala de los comicios, retroalimentado la típica dolarización preelectoral y presionando sobre la brecha, advirtió PPI.