Apenas se anunció el congelamiento de combustibles hasta el 31 de octubre, en la industria del Oil & Gas advirtieron las consecuencias que esto tendría para Vaca Muerta y recordaron el impacto negativo que tuvieron las medidas de Macri en el sector despúes de las PASO del 2019.
Si bien la intervención de ese momento fue mucho más agresiva y no fue consensuada, mientras que en este caso se acordaron una serie de beneficios impositivos para compensar parcialmente el perjuicio, lo concreto es que todos esperan un cierto coletazo en el Upstream.
“La contracción en el precio de los combustibles en el mercado local se traducirá seguramente en una disminución en los niveles de inversión y, con ello, en una menor tasa de crecimiento de la producción”, afirmó el último informe de la consultora Economía & Energía.
La cuestión es que, para que a las refinadoras les cierren los números de vender su combustible a un valor fijo en medio de esta inflación desbocada, se debió reducir el precio del barril criollo a 56 dólares, lo que constituye una señal muy negativa que desalienta la inversión y refuerza la competitividad de otros proyectos alrededor del mundo que, a pesar de tener un recurso de menor productividad que el shale neuquino, al pagar 30 dólares más por barril, se muestran mucho más atractivos.
Al mismo tiempo, la producción de crudo ya venía presentando una tendencia levemente contractiva desde finales del primer trimestre del presente año, cuando se alcanzó una producción de 649 kbbl/d en marzo de 2023.
“Durante el corriente año se observa una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la producción de petróleo. Dicha desaceleración obedece a la menor tasa de crecimiento de la producción no convencional, ya que la producción convencional exhibió un menor declino que el registrado en 2022”, indicaron desde la consultora que dirige Nicolás Arceo.
En un principio, se vinculó esta merma a la saturación de la capacidad de transporte del sistema de oleoductos. Sin embargo, la reactivación del Oleoducto Trasandino (OTASA) y la posibilidad de exportar crudo a Chile no lograron revertir la tendencia.
De hecho, el aumento en la capacidad de evacuación de crudo desde cuenca neuquina y la leve contracción de la producción determinaron la existencia de capacidad de transporte disponible desde la Cuenca Neuquina en los últimos meses, algo que no se registraba hace tiempo.
Desde el Poder Ejecutivo saben que las medidas no constituyen el escenario ideal y esperan poder revertirlas una vez superadas las elecciones, donde habrá que encarar una fuerte recomposición en el precio de los combustibles.
Entre tanto, el Ministerio de Economía se comprometió a otorgar los certificados correspondientes al Régimen de Acceso a Divisas para la Producción Incremental de Petróleo (RADPIP) y postergó la liquidación del pago de retenciones a las exportaciones de petróleo para marzo del 2024, como un parche para atenuar los reclamos de las empresas.