El Gobierno nacional confirmó que analiza postergar el aumento de tarifas energéticas previsto para los meses de invierno en virtud de que los resultados fiscales son mejores de los previstos.
“Aún no tomamos ninguna determinación todavía, pero puede ocurrir. El recorte del gasto público de shock que hicimos para equilibrar las cuentas tuvo resultados más veloces de lo esperado", señaló el vocero presidencial Manuel Adorni al ser consultado al respecto durante su conferencia de prensa diaria en la Casa de Gobierno.
Según el funcionario, “cuando tenés superávit fiscal podés dosificar como debe recaer el peso (de los ajustes) en determinados sectores de la sociedad y no ponerles una espada en el cuello”. “No tomamos ninguna determinación todavía pero puede ocurrir, que con superávit fiscal podamos ir ajustando algunas cuestiones y acomodando para que efectivamente no haya un peso adicional sobre la gente”, añadió.
Sin embargo, la llegada del frío modificó los planes y puede poner en riesgo el cálculo de importaciones y subsidios. Frente a la escalada de la demanda de gas residencial, el Gobierno decidió cortar el flujo para las estaciones de GNC con contrato interrumpible.
“Lo que está cortado es solo el interrumpible y no sabemos hasta cuándo. La Plata tiene el 90% de las estaciones con contratos interrumpibles por decisión de los estacioneros, y Mar del Plata un tercio tiene interrumpible”, afirmaron a Forbes dese la cámara sectorial.
Según pudo constatar este medio con varias fuentes de la industria, el sistema se encuentra bajo tensión y si continúa este clima, el siguiente paso de las autoridades sería cortar el suministro a las industrias. Un golpe muy fuerte en estos momentos de recesión.
La otra opción al alcance de la mano es decidir aumentar las importaciones, pero eso no sólo afectaría la balanza comercial, sino que también incrementaría el costo de suministro del sistema. Lo que, en definitiva, se traduce en más subisdios.
Hasta ahora, el Gobierno apostaba a reducir al mínimo el consumo de gasoil y fueloil para centrales termoeléctricas, que duplica el precio del GNL y es unas cinco veces más caro que el gas local. De faltar gas, no quedará otra opción que acelerar estas compras, con el consecuente incremento de costos de generación eléctrica.
“El GNC es el 6% de la demanda total, aproximadamente. Siempre hay faltante de gas en el invierno y se cubre con líquidos (gasoil y fueloil). Lo que pasa es que los de GNC que se cortan son contratos interrumpibles que el Gobierno prefiere cortar antes que importar más e incrementar subsidios”, aseguró el consultor Juan José Carbajales.
Frente a la consulta de Forbes, una fuente del sector gasífero subrató que “pinta complicado el balance de costos y números”. “Gas hay, pero si no se ordenan los contratos, es un lio. Ahí entrás en tema de los barcos de GNL que no quieren trasladar el precio ni subsidiar y tampoco quieren usar gasoil para centrales. Se vino el frío pronto y encima hay que hacer mantenimientos”, alertó.
El panorama se podría solucionar parcialmente recién en el mes de julio cuando se estima que entre en operación una de las plantas compresoras del gasoducto Tratayén-Salilqueló, que agregaría unos 5 millones de metros cúbicos diarios. La segunda planta podría sumarse en septiembre con otros 5 millones m3/d y la obra del gasoducto Mercedes-Cardales estaría lista para octubre, lo que le daría una mayor interconexión de los sistemas sur y norte.