El mercado mundial de aceite de oliva atraviesa una circunstancia que, de algún modo, rompe con la lógica de mercado. Mientras se proyecta un incremento de la producción global, impulsada por los países de la cuenca del Mediterráneo, que son los verdaderos motores de la industria, se espera que los precios internacionales sigan elevados.
En ese contexto, la industria olivícola argentina intenta aprovechar los buenos precios, impulsando exportaciones a los mercados a los naturalmente abastece, Estados Unidos, Italia, Chile, Brasil y algo a Corea, Perú, Ecuador y Centroamérica, pero los productores aún tienen dudas sobre cómo vendrá la campaña -está en pleno desarrollo- y ven algunos obstáculos por los costos locales.
Un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), difundido días pasados, pronostica que en la campaña comercial 2024/25 de aceite de oliva "la producción mundial alcance los 3,1 millones de toneladas métricas, ya que se espera que la producción de aceite de oliva de la Unión Europea se recupere a 2,0 millones de toneladas métricas".
Es un dato significativo teniendo en cuenta que las campañas 2021/22 y 2022/23 estuvieron atravesadas por una fuerte sequía en la cuenca del Mediterráneo, afectando las cosechas de los principales productores, España, Italia, Grecia y Portugal, que en conjunto representan más del 95% de la producción mundial de aceite de oliva.
Precios sostenidos
Eso gatilló los precios internacionales que de niveles cercanos a 3000/3200 dólares la tonelada, llegaron a cotizar hasta unos 9000 US$/Tn. Ahora la producción estaría en alza, pero se mantendrían buenos precios internacionales porque aún no se han recompuesto las existencias y continúa la incertidumbre.
Aunque ya no se ven valores como los que supo haber, el precio internacional del aceite extra virgen (el de referencia en el mercado) está en la actualidad en 5485 US$/Tn (5183,35 euros al 14 de noviembre). No está mal pero ya no es lo que era, según datos de Poolred, el sistema de información de precios en origen del aceite de oliva, elaborado en España con referencia del mercado de Jaén-Granada, el principal del país.
"Las existencias mundiales siguen siendo relativamente ajustadas en 506.000 toneladas métricas debido a la alta demanda, pero se recuperaron del mínimo histórico del año pasado", destaca el informe del USDA.
Y aclara que "con una recuperación prevista en la producción de aceite de oliva, se prevé que los precios disminuyan, lo que incentivará el crecimiento del consumo".
En este sentido, se proyecta que el consumo interno de aceite de oliva de la UE crezca un 18% en la campaña comercial 2024/25 a 1,3 millones de toneladas métricas, mientras que se prevé que EE.UU. crezca un 6% a 0,4 millones de toneladas métricas.
"Este crecimiento del consumo estadounidense se ve compensado por un aumento de las importaciones a 0,4 millones de toneladas métricas, incluso con las importaciones récord en la campaña comercial 2021/22", pronostica el Departamento de Agricultura de EE.UU.
Ese país es el segundo mayor consumidor de aceite de oliva y el principal importador, dado que tiene una modesta producción, concentrada en el Estado de California, que sólo cubre el 2% de la demanda. Se abastece de países de la UE, Túnez, Turquía, Argentina y Chile.
Posicionamiento local
José Hilal, productor olivícola asentado en Aimogasta, La Rioja, y presidente de la Federación Olivícola Argentina en representación de su provincia, destaca que, a diferencia de los cultivos en el Mediterráneo, que usan riego por secano (lluvias), en el país "la ventaja es que casi todo se produce por riego de pozo, y si bien tenemos el costo de la electricidad, esto permite controlar mejor la cosecha y la calidad".
Hilal recuerda la campaña 2023/24 estuvo marcada por lluvias y vientos fuertes y esperan que esta nueva cosecha, que está en desarrollo, sea mejor. "Aún no se sabe qué panorama de fruta vamos a tener, en algunas provincias hubo buena floración, pero las lluvias se llevaron algo de polen y eso puede afectar", remarcó el empresario.
Las provincias que lideran en este mercado son La Rioja, San Juan, Catamarca y Mendoza, pero vienen creciendo Traslasierra en Córdoba, Dorrego (provincia de Buenos Aires) y Viedma, donde "se obtuvieron aceites de una calidad fabulosa", sentenció Hilal.
Desde la vecina Mendoza, Carlos Saez, gerente de Olivícola Laur, destacó que la campaña pasada hubo poca producción por la temporada calurosa que afectó a los frutos. El olivo necesita amplitud térmica, con clima fresco por las noches. "En la etapa de floración es crucial que no haga mucho calor, si no dan menos frutos" los olivares, explicó.
Un dato relevante es que de todas las flores que da el árbol apenas sólo del 5 al 8% termina cuajando (dando una aceituna). Por eso es clave el clima. "En Mendoza todos los años tenemos el Zonda, que afecta porque se lleva la flor, este año fue fuerte pero bastante localizado, por lo que se espera algo más de producción", alertó Saez.
Por tres años consecutivos (2021 al 2023) Olivícola Laur obtuvo el primer puesto del Extra Virgen Olive Oil World Ranking (EVOO World Ranking). Saez destaca que Laur elabora y comercializa productos fraccionados y no a granel, dado que no se especializa en producir grandes volúmenes sino productos cuidados y de calidad.
"En 2024 no participamos en ningún concurso, nos concentramos en mantener la producción", anticipó Saez, en un escenario económico complejo en el país. "Hasta que este año no haya otro ganador somos los campeones del mundo, como la Selección Argentina", bromeó el ejecutivo, para quien "que el dólar esté más estable impacta positivamente, nos beneficia por los insumos importados y los precios", aseguró.
Pese a ello, remarcó que "faltan más políticas de fomento a la producción olivícola, con diferimientos impositivos, pero hoy la foto para 2025 es buena", apuntó.
Consultado sobre la nueva campaña y los precios internacionales, José Hilal recordó que con la campaña en curso "hubo buena floración y hoy la planta están trabajando, pero el resultado final se va a saber a mediados de diciembre".
En cuanto al precio la clave es conocer el resultado final de la cosecha en los países del Mediterráneo. "Hay que ver si es una buena cosecha, por ahí con eso cubren 2025 y algo de 2026. Eso es lo que va a determinar el precio internacional", señaló el presidente de la Federación Olivícola Argentina.