Desde noviembre del 2022 hasta la actualidad, mientras que el Nasdaq 100 creció apenas un 8%, las acciones de Meta se dispararon más de un 51%. No obstante, a pesar de la mejora, el mercado sigue manteniendo una postura pesimista con respecto al futuro de la compañía.
El reciente rally alcista de corto plazo se inició cuando Meta anunció que eliminaría más de 11.000 puestos de trabajo, siendo su primera gran ronda de despidos en la historia, como parte de su plan de recorte de gastos.
Pero la medida no fue suficiente y su valuación no creció. Hoy en día, Meta se negocia por menos de la mitad de su ratio precio-beneficios (PE, por su sigla en inglés) promedio de la última década, y es una de las acciones más baratas del Nasdaq 100.
De acuerdo a los estrategas bajistas, la costosa apuesta de la compañía por el metaverso, su universo virtual inmersivo, no desaparecerá en el corto plazo y representará este año una quinta parte de todos los costos.
Al mismo tiempo, su negocio publicitario, que alguna vez fue el más rentable e importante de la empresa de Mark Zuckerberg, poco a poco se está estancando por los cambios en la política de privacidad de Apple que dificulta el redireccionamiento a los consumidores mediante anuncios en sus dispositivos.
Concretamente, se estima que la actualización ocasionaría un impacto en los ingresos de US$ 10.000 millones solo en 2023.
Hay mucho riesgo de ejecución en Meta, lo que lo convierte en un caso menos alcista en comparación con las otras mega capitalizaciones, expresó Louise Dudley, gerente de cartera de acciones globales en Federated Hermes.