Los rendimientos de muchos bonos corporativos de alta calidad crediticia están comprimiéndose, a la vez que la rentabilidad por tener inmuebles en alquiler está aumentando. No obstante, la diferencia de retornos y complejidades operativas sigue inclinando la balanza a favor de la renta fija bursátil.
Según Zonaprop, la rentabilidad por tener un departamento en alquiler en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se ubicó en el 4,9% bruto anual en dólares en octubre, frente al 2% de junio de 2020.
Por su parte, algunas obligaciones negociables (ON) recientemente emitidas por empresas de larga trayectoria, como Pampa Energía o IRSA, se lanzaron con un rendimiento anual de entre el 5% y el 6%.
Pero los inversores, en especial aquellos que están acostumbrados a "invertir en ladrillo" y no están muy involucrados en la bolsa, deberían tener en cuenta las desventajas de las propiedades que no poseen los bonos.
"La principal diferencia entre ambos tipos de inversión es la liquidez que ofrecen el mercado de capitales contra el mercado inmobiliario", comentó la asesora financiera Martina Del Giudice.
Concretamente, una ON puede liquidarse en el mercado secundario fácilmente en cualquier día hábil dentro del horario de negociación. Y salvo que el capital sea muy alto (varios cientos de miles de dólares), siempre suele haber una o varias contrapartes dispuestas a comprar, lo que no sucede con los inmuebles que requieren de un escribano, una visita previa, etc.
"Además de eso, es importante tener en cuenta otro tipo de riesgos comunes a considerarse: moras e impagos, deterioro y daños, que muchas veces terminan afectando significativamente los retornos en dólares", añadió la especialista.
Por otra parte, los inversores que se enfocan en desarrollos inmobiliarios de pozo también deberían considerar los altos riesgos, en especial al compararlos con los de otros bonos del mercado que rinden entre un 8% y un 10% anual en dólares y distribuyen sus rentas trimestral o semestralmente.
"Hoy, invertir en una ON es ingresar al grupo mercado de capitales, donde los retornos promedios en dólares están en torno al 9% anual, con un plazo promedio de 24 o 36 meses, similar a invertir en un desarrollo inmobiliario. Lo que cambia es la tasa y el riesgo, porque quizás un desarrollador te ofrece un retorno estimado de un 14% anual en dólares, pero van a influir otras variables de riesgo como el precio del dólar, el plazo que tarde el desarrollador en terminar la unidad, si vas a tener o no mercado para vender la unidad a menos que haya una cláusula de recompra de la unidad, etc.", detalló el consultor Omar De Lucca.
"Los riesgos son claramente mayores y la tasa es variable, en cambio en la ON los riesgos se minimizan bastante, pero baja la tasa de interés ofrecida también", resumió el experto.