De estar pensado para comenzar a funcionar el 20 de junio, el acto de inauguración del gasoducto se pasó para el 9 de julio, pero finalmente comenzó a transportar las primeras moléculas de gas al sistema recién este jueves por la tarde.
Este retraso de más de un mes en los planes iniciales podría haber significado un serio problema para el Gobierno por la compra de GNL adicional no previsto en un momento de parate total de importaciones por falta de divisas, de no haber sido por la ayuda del clima.
Las altas temperaturas de un invierno atípico redujeron sustancialmente la demanda de gas y evitaron un gasto extra que pudo haber sido determinante para las arcas del Banco Central. Como referencia, cabe destacar que Sergio Massa tuvo que recurrir a un préstamo de último momento con Qatar para poder pagar unos 750 millones de dólares del vencimiento con el FMI, cuando los pagos de GNL suelen superar los 2.000 millones por invierno.
En este caso, la demanda gasífera se redujo un 6% interanual la primera semana de julio, un 1,6% la segunda, un 7,6% la tercera y un 2,7% la última semana del mes más frío del año, cuando los consumos domésticos tienden a dispararse.
Esta combinación de cuatro semanas consecutivas con caídas de demanda interanual, algo que pocas veces sucede, hizo que el consumo promedio diario apenas supere los 140 millones de metros cúbicos, cuando acostumbra ubicarse entre 150 y 160 millones en esta época.
Ahora, tras comunicar el martes el llenado del nuevo caño, Enarsa informó el ingreso de las primeras moléculas al sistema Neuba II y, en los próximos días, se completarán los 11 millones de metros cúbicos diarios adicionales, de manera progresiva.
En tanto, para el último trimestre del año se espera la puesta en marcha de dos equipos compresores, que ya se encuentran para su instalación en las plantas cabeceras de Tratayen y Salliqueló, que elevarán ese volumen hasta los 21 millones de metros cúbicos diarios.
De esta manera, la Argentina evitará a partir del año próximo tener que importar Gas Natural Licuado (GNL) a través de la terminal flotante del puerto de Bahía Blanca, lo que significará una sustitución de importaciones que se abastecerá con el incremental productivo de la formación no convencional de Vaca Muerta.
El próximo paso prioritario será el llamado a licitación del reversal del Gasoducto Norte, que permitirá que el gas de la cuenca neuquina sustituya en las provincias de aquella región del país las importaciones provenientes de Bolivia, que se encuentran en declino productivo, y que amenaza con el abastecimiento de Córdoba y el NOA en el próximo invierno, de no realizarse esta obra.
En cuanto a la segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner, el Gobierno espera poder licitar en septiembre, pero todavía no consiguió mecanismos de financiamiento que permitan dar este paso.
*Con información de Telam.