En lo que va del 2021, el precio del petróleo creció más de un 60% en dólares, a pesar de haber sufrido de una fuerte baja a finales de octubre. Actualmente, el barril cuesta alrededor de US$ 76, pero podría aumentar aún más en los próximos años por una demanda récord.
En concreto, Damien Courvalin, jefe de Investigación Energética en Goldman Sachs, cree que la fuerza compradora continuará creciendo tanto en 2022 como en 2023, lo que impulsaría el precio del barril de petróleo hasta los US$ 100, o más.
“Ya hemos tenido una demanda récord antes de esta nueva variante, y se está agregando una mayor demanda de aviones y la economía global sigue creciendo”, comentó el especialista. “Veremos cómo promediaremos un nuevo récord de demanda alta en 2022 y, nuevamente, en 2023”, añadió.
Por otra parte, el analista de la entidad financiera desarrolló que uno de los motivos por los cuales subiría la cotización del commodity sería la expansión de los viajes aéreos internacionales que estuvieron limitados por el coronavirus. “Tendremos que esperar a que pase esta ola, pero eso sugiere que los viajes internacionales deberían recuperarse aún más el próximo año”, indicó Courvalin.
En cuanto a la proyección de precios, el experto sostuvo que una cotización de US$ 100 o incluso US$ 110 no sería descabellada si se da alguno de los dos escenarios posibles.
En primer lugar, se proyecta un aumento en los costos a medida que las empresas petroleras aumentan la producción. “Hay inflación en todas partes de la economía, y eventualmente habrá inflación en los servicios petroleros”, dijo Courvalin.
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Por otra parte, también puede existir un cuello de botella por parte de la oferta que no evolucione de igual forma que el ritmo de la demanda. Aunque sería preocupante, para el analista este evento sería “bastante concebible”.
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