Cuando Justin Baldoni apareció sonriente bajando de una camioneta negra durante una pausa en la lluvia, en el estreno de It Ends with Us el 6 de agosto en la ciudad de Nueva York, su compañera de reparto, Blake Lively, brillaba por su ausencia. Una disputa privada entre los actores estaba escalando.
Lively, junto con otros miembros del elenco, había decidido no acompañarlo en ninguna aparición promocional y planeaba llegar al estreno una vez que Baldoni hubiera abandonado la alfombra roja. Sin embargo, una persona que sí estuvo presente mientras Baldoni pasaba unos minutos en la vereda de Broadway tomándose selfies con fans fue su discreto socio en Wayfarer Studios, la productora detrás de la película: Steve Sarowitz, el multimillonario fundador de la empresa de software de nómina Paylocity.
Vestido con un traje azul marino, delgado y de casi dos metros de altura, Sarowitz se mantuvo en la parte de atrás del grupo. Más tarde esa noche, según una denuncia presentada por Lively y filtrada a mediados de diciembre, y posteriormente incluida en una demanda presentada el 31 de diciembre, Sarowitz habría declarado ante una audiencia no especificada: "Estoy dispuesto a gastar 100 millones de dólares para arruinarle la vida a la señora Lively y a su familia". Cuando se le solicitó un comentario, el abogado de Sarowitz, Bryan Freedman, confirmó que su cliente está preparado para gastar lo que sea necesario para defender a Baldoni, Wayfarer Studios y a sí mismo.
Lively alega en la demanda contra Wayfarer, Baldoni, Sarowitz y sus asociados que Baldoni (quien también dirigió la película) la acosó sexualmente en el set, y que él y el equipo de Wayfarer trabajaron para arruinar su reputación pública después de que ella hablara sobre el maltrato. En el documento, menciona a Sarowitz en varias ocasiones, acusándolo —como principal financista del estudio— de apoyar económicamente la campaña de desprestigio.
El equipo de Wayfarer respondió con una contrademanda el mismo día, el 31 de diciembre, contra el New York Times, que fue el primer medio en reportar los detalles de la denuncia por derechos civiles de Lively. En su demanda, argumentaron que el medio había publicado una historia engañosa, sin incluir el contexto necesario que los habría exonerado. Compartieron mensajes de texto como evidencia, que no se publicaron en su totalidad, y sostuvieron que la reacción negativa hacia Lively fue orgánica, impulsada principalmente por su "promoción insensible" de la película, que trata sobre la violencia doméstica.
Sarowitz sigue siendo un defensor acérrimo del estudio y de Baldoni. En su primera declaración pública sobre la batalla legal, Sarowitz escribió en un correo a Forbes: "El verdadero acoso y campaña de desprestigio ocurrieron y continúan ocurriendo contra nosotros". Además, calificó las acusaciones de Lively como "mentiras viciosas sobre mis socios comerciales".
Sarowitz tiene los recursos para financiar esta lucha. Posee un patrimonio estimado en 2.500 millones de dólares, de los cuales 1.800 millones están en acciones de la empresa de software que dirigió como CEO hasta 2011 y cuyo directorio aún integra. Según estimaciones de Forbes, cuenta con 700 millones en efectivo y otras inversiones.
Involucrarse en un escándalo de acoso sexual es probablemente lo último que Sarowitz esperaba cuando cofundó Wayfarer con Baldoni en 2019.
Ambos imaginaron el estudio como un espacio para producir películas con mensajes positivos que contribuyeran a hacer del mundo un lugar mejor. Este es un objetivo al que Sarowitz destinó sus recursos desde la salida a bolsa de Paylocity en 2014, que lo dejó con una enorme fortuna: 560 millones de dólares en acciones (el precio de las acciones se ha multiplicado por ocho desde entonces). Hasta ahora, donó casi 250 millones de dólares a sus dos fundaciones benéficas y asegura que planea entregar casi toda su riqueza antes de morir.
Ese también fue el año en el que Sarowitz afirma haber tenido una epifanía. Comenzó a estudiar la fe Bahá'í por recomendación de un amigo, en la misma época en que dejó la dirección de Paylocity, y asegura haber experimentado una transformación espiritual de cuatro días mientras visitaba el santuario del profeta Bahá'u'lláh en Akko, Israel. La fe Bahá'í, que cuenta con unos 5 millones de seguidores y fue fundada en Persia en el siglo XIX, enseña que todas las religiones provienen de una misma raíz fundamental y aboga por la igualdad universal. Un año después, Sarowitz se convirtió formalmente del judaísmo a esta fe.
Sarowitz conoció a Baldoni por primera vez alrededor de 2018 mientras producía el documental The Gate, sobre los orígenes de la fe Bahá'í. Sarowitz, quien dirige grupos de estudio Bahá'í como pasatiempo, pidió consejo a Baldoni, quien también practica esta religión, para el proyecto. Los dos rápidamente se hicieron amigos, unidos por un idealismo compartido de que las películas pueden cambiar vidas y por su desagrado hacia la mentalidad de Hollywood enfocada únicamente en las ganancias. "A veces lloro al pensar en lo afortunado que soy de tener a Justin como socio", dijo Sarowitz a Forbes en abril durante una entrevista sobre un tema no relacionado.
Sarowitz aporta todo el financiamiento de Wayfarer, mientras que Baldoni—quien se hizo conocido gracias a la serie de televisión Jane the Virgin—pone una cara famosa a la compañía y realiza gran parte del trabajo creativo, incluida la dirección de varias de sus películas. Como Sarowitz le dijo a Inspired Insider en 2021: "Yo soy el dinero y él es la fama". Para It Ends with Us, que tuvo un presupuesto de más de 25 millones de dólares y recaudó 351 millones en taquilla, el estudio compartió los costos con el distribuidor Sony.
En total, Sarowitz afirma haber gastado más de 140 millones de dólares en películas edificantes, principalmente a través de Wayfarer Studios. Entre ellas se encuentra The Garfield Movie, que recaudó 257 millones de dólares y resalta lo que Sarowitz describe como "una relación inspiradora entre padre e hijo". Él y Wayfarer se asociaron con Zhang Xin—otra multimillonaria bahá'í que hizo su fortuna en el desarrollo inmobiliario en China—para ayudar a producir la película Ezra en 2023, basada en una historia real sobre la crianza de un niño con autismo. También está en camino, si todo sigue en orden, el debut como directora de Scarlett Johansson con Eleanor the Great, una historia sobre una amistad intergeneracional.
"Wayfarer Studios está teniendo un gran año este año. Nos llevó un par de años, pero la gente está viniendo a nosotros", dijo Sarowitz en abril durante un desayuno en su ciudad natal de Highland Park, en las afueras de Chicago. It Ends with Us, que entonces estaba a pocos meses de su estreno en agosto, es "nuestra película más importante", explicó. "Es una película hermosa. Se trata realmente de una mujer, interpretada por Blake Lively, que defiende sus derechos. Trata sobre las mujeres y la lucha contra el abuso hacia ellas. Así que podés ver cómo eso encaja con mis valores".
Nueve meses después, se lo acusa de exactamente lo contrario a empoderar a las mujeres. La demanda de Lively afirma que él, Baldoni y otros asociados de Wayfarer tomaron represalias contra ella por hablar sobre el acoso que enfrentó en el set. Según la denuncia, esto incluyó que Baldoni improvisara escenas de besos sin su consentimiento y que entrara en su tráiler de maquillaje sin invitación mientras ella estaba desnuda y amamantando. La demanda de Wayfarer contra el New York Times responde a algunas de estas acusaciones; por ejemplo, incluye como evidencia un mensaje de texto en el que Lively invitó a Baldoni a su tráiler en una ocasión mientras se extraía leche materna.
En julio, en medio de la promoción de la película, Baldoni contrató a una estratega de comunicación de crisis, Melissa Nathan. Alega haberlo hecho para protegerse de las medidas que Lively y su esposo, el actor Ryan Reynolds, ya estaban tomando contra él, incluyendo, presuntamente, presionar a su agencia para que lo dejara. (La firma WME efectivamente dejó de representar a Baldoni como cliente después de que surgieran las acusaciones de Lively, pero niega haberlo hecho por presión de la famosa pareja). La demanda de Wayfarer contra el New York Times sostiene que Nathan y Jennifer Abel, otra especialista en relaciones públicas, ayudaron a Baldoni a gestionar defensivamente la narrativa pública sobre él y la película utilizando métodos estándar de la industria.
Por su parte, la demanda de Lively alega que el equipo de Wayfarer utilizó estrategias anormales y extremas para dañar su reputación. Entre ellas: el astroturfing, que consiste en publicar contenido que parece provenir del público pero que en realidad es colocado por especialistas en marketing, relaciones públicas u otros patrocinadores. La presentación también señala que la cobertura sobre ella pasó de ser mayormente neutral a predominantemente negativa a partir de agosto.
Sarowitz es mencionado por su nombre solo en contadas ocasiones en la denuncia. Esta señala que estuvo entre los presentes en el set observando una escena de parto en la que Lively estaba casi desnuda, mientras la escena era filmada y transmitida simultáneamente en monitores; su abogado declaró a Forbes que Sarowitz no estuvo presente en ese momento.
La denuncia también alega que Sarowitz "brindó ideas y sugerencias sobre formas de influir negativamente en la narrativa contra la Sra. Lively y su familia". A través de su abogado, Sarowitz confirmó su intención de usar su dinero para promover la verdad sobre Baldoni y Wayfarer. Su abogado sostiene que su participación en la película fue mínima, más allá de financiarla; que solo visitó el set en dos ocasiones y que no estuvo involucrado en la campaña de relaciones públicas de la película.
Cuando Forbes solicitó un comentario, el equipo legal de Lively envió la siguiente declaración: "Mientras atravesamos el proceso legal, instamos a todos a recordar que el acoso sexual y las represalias son ilegales en cualquier lugar de trabajo y en cualquier industria. Una táctica clásica para desviar la atención de acusaciones de este tipo de mala conducta es 'culpar a la víctima', sugiriendo que invitó al comportamiento, lo provocó, malinterpretó las intenciones o incluso mintió".
Agregaron: "Continuaremos defendiendo sus reclamos en el tribunal federal, donde la aplicación de la ley determina quién prevalece, no la hipérbole ni las amenazas".
Sarowitz y su equipo están preparados. Según el abogado de Wayfarer, tienen una segunda demanda en camino, esta vez contra Lively y su equipo, que podrían presentar tan pronto como hoy.
Nota publicada en Forbes US.