Warren Buffett, el director ejecutivo de Berkshire Hathaway, no solo es conocido por ser una de las personas más ricas del mundo, sino también por ser considerado el mejor inversor de todos los tiempos. Con esta reputación, es normal querer seguir sus pasos para incrementar el patrimonio. A continuación, tres hábitos que el millonario aplica en su día a día desde hace varias décadas y que todos deberían tener en cuenta.
Ser austero
Warren Buffett podría comprarse una mansión en los barrios más exclusivos del mundo. Incluso podría edificar una torre solo para él en el medio de Nueva York. También podría conducir un superdeportivo de cada color según el día de la semana en el que se encuentre.
Podría hacer y comprar prácticamente cualquier cosa, ya que su fortuna supera los US$ 100.000 millones. Sin embargo, siempre ha sido sumamente austero, y es feliz de esa forma.
A día de hoy, todavía vive en su casa de Omaha comprada en 1958 por solo US$ 31.500. Además, mantiene sus vehículos hasta que prácticamente quedan obsoletos.
Tienes que entender, él mantiene un auto hasta que le digo: 'Esto se está poniendo vergonzoso, es hora de un auto nuevo'", relató su hija en un documental.
Invertir en calidad
Por otra parte, Buffett no se suma a cualquier tendencia alcista que exista sobre cualquier activo financiero, sino que se caracteriza por invertir en bienes de calidad que cotizan por debajo de su valor intrínseco.
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Ya sea que hablemos de calcetines o acciones, me gusta comprar productos de calidad cuando están rebajados, expresó el millonario en su carta para accionistas de 2008.
Al comprar activos con un margen de seguridad, tal como le enseñó a Buffett su mentor Benjamin Graham, los inversores pueden estar casi seguros de que, con el paso del tiempo, el mercado los revalorizará correctamente.
Pensar en el largo plazo
Por último, el querido inversor y empresario tiene una visión de (muy) largo plazo. Salvo excepciones, las acciones que compra y las compañías que posee las mantiene en cartera durante muchas décadas. Un claro ejemplo es The Coca-Cola Company.
En agosto de 1994, Berkshire completó su compra de siete años de los 400 millones de acciones de Coca-Cola que ahora poseemos. El costo total fue de US$ 1.300 millones, entonces una suma muy significativa en Berkshire. El dividendo en efectivo que recibimos de Coca-Cola en 1994 fue de US$ 75 millones. Para 2022, el dividendo había aumentado a US$ 704 millones, comentó en su más reciente mensaje para inversores.
Evidentemente, siguiendo estos consejos, los ahorristas e inversores no se convertirán en Warren Buffett, ni estarán cerca de serlo, pero podrán mejorar sus finanzas e incrementar su patrimonio con el transcurso de los años.