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La tragedia de Tony Hsieh: cómo fueron los últimos meses autodestructivos del visionario de Zappos

Angel Au-Yeung

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Cuando el ícono empresarial murió en un incendio hace alguna semanas abundaban las preguntas. Las respuestas parecen arraigadas en una espiral del período de Covid, donde recurrió a las drogas y evitó a viejos amigos.

14 Diciembre de 2020 12.00

En agosto, poco después de que Tony Hsieh, el legendario empresario detrás de Zappos, se mudara a Park City, Utah, esperaba ansioso a una visitante: la cantante Jewel. Los viejos amigos se habían conocido en la isla Necker, propiedad de Richard Branson y Hsieh, quien había estado comprando propiedades en la ciudad montañosa.

Poco después de llegar, Jewel tocó un set acústico privado para alrededor de 50 residentes de la comunidad que Hsieh estaba construyendo allí, una especie de repetición de la ciudad dentro de una ciudad de artistas y empresarios que  había creado en el centro de Las Vegas. 

Debería haber sido un momento mágico. Pero un día después, Jewel se fue abruptamente. Poco después, la cantante le envió a Hsieh una carta en la que le decía que había renunciado a los correos electrónicos y mensajes de texto como parte de una limpieza digital. "Voy a ser franca. Necesito decirte que no creo que estés bien y en tu sano juicio. Creo que estás tomando demasiadas drogas que te hacen disociarte”, escribió en la misiva que luego se publicó en Forbes.

Ella continuó: "Las personas con las que te rodeas son ignorantes o están dispuestas a ser cómplices de que te mates". 

Hace tres semanas, en las primeras horas de la mañana del día después Acción de Gracias, Hsieh murió en medio de un incendio en una casa en Connecticut, donde se había estado quedando. Tenía solo 46 años.

Tony Hsieh

Desde Bill Clinton hasta Ivanka Trump y Jeff Bezos, miles de personas  compartieron recuerdos, fotos y videos de un hombre que era ampliamente amado, y que preservaba el legado de un emprendedor tecnológico que tuvo un impacto no solo en sus compañeros o empleados; sino también en completos desconocidos. Cada uno de los cuales cuenta historias de excepcional generosidad, humanidad y visión.

En conjunto, los recuerdos de Hsieh pintan la imagen de un hombre cuya misión en la vida era crear felicidad. Y bajo este concepto fue construyendo. Fue pionero con Zappos en cuanto al concepto de una tienda en línea impulsada por una política de devolución en la que el cliente es primero. Posiblemente, Hsieh tuvo un efecto más grande en el comercio minorista en línea que cualquiera que no fuera el propio Bezos.

Al invertir US$ 350 millones en el centro de Las Vegas, convirtió con amor una parte sórdida de la ciudad en un centro artístico, cultural y tecnológico. Como evangelista empresarial, el título de 2010 de su bestseller número uno del New York Times lo decía todo: “Entrega de felicidad: un camino hacia las ganancias, la pasión y el propósito”.

Tony Hsieh

Pero mientras él (por decenas de miles) e indirectamente (por millones) logró hacer sonreír a otras personas, lidiaba en privado con problemas de salud mental y adicción. Forbes entrevistó a más de 20 de sus amigos cercanos y colegas en los últimos días, y cada uno trataba de comprender cómo esa luz tan brillante se encontró con un final tan oscuro y repentino.

Según numerosas conocidos directos, Hsieh siempre fue un gran bebedor y se inclinó hacia el uso frecuente de drogas, en particular óxido nitroso. Los amigos también mencionaron sus batallas con su salud mental, ya que Hsieh a menudo luchaba con el sueño y los sentimientos de soledad, rasgos que impulsaban su fervor por el propósito y la pasión por la vida. 

En agosto, se anunció que se había "retirado" de la empresa que construyó, y que Amazon le había permitido administrar en gran medida, de manera autónoma, desde que pagó US$ 1.200 millones por Zappos en 2009. Amigos y familiares, entendiendo la crisis emergente, intentaron intervenciones en los últimos meses para tratar de mantenerlo sobrio.

Tony Hsieh

Estos viejos amigos dicen que Hsieh se retiró a Park City, donde se rodeó de personas que le decían todo que sí, pagando caro el privilegio. Con un patrimonio neto que Forbes estimó recientemente, de forma conservadora, en US$ 700 millones, la oferta de Hsieh era simple: duplicaría la cantidad de su salario más alto. Todo lo que tenían que hacer era mudarse a Park City con él y "ser felices", decía según dos fuentes cercanas en los meses de Hsieh en Utah. 

“Al final, el rey no tenía ropa y los aduladores no decían ni una puta palabra”, dijo un amigo cercano que trató de organizar una de las intervenciones, con la ayuda de la familia de Hsieh. “Fomentó tanta conexión humana y felicidad, y sin embargo, existía este vacío”, continuó el amigo cercano. "Era difícil para él estar solo". 

Leé la nota completa en inglés acá.

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