La mayor cadena de salas de cine de Indonesia, Cinema XXI, salió a bolsa el miércoles, con una subida de sus acciones del 17%, a 316 rupias (0,02 dólares). La salida a bolsa propulsó al magnate del cine Benny Suherman, cofundador y principal accionista de la empresa, a las filas de los multimillonarios, con un patrimonio neto estimado en unos 1.100 millones de dólares.
Las acciones de PT Nusantara Sejahtera Raya, propietaria de la cadena, se cotizaron a 270 rupias y la oferta pública inicial se suscribió 25 veces. La participación del 10% que se ofreció recaudó 2,2 billones de rupias (145 millones de dólares), valorando Cinema XXI en 22,5 billones de rupias (1.500 millones de dólares).
Suherman, que posee una participación del 54% a través de su sociedad de cartera Harkatjaya Bumipersada, se desprendió en parte de la OPI vendiendo algunas acciones a GIC, el fondo soberano de Singapur, según un acuerdo anterior.
(Su socio, Harris Lasmana, hizo lo mismo y posee el 13,5%.) En abril, Suherman dimitió como presidente y cedió el puesto a su hijo Suryo. (Su otro hijo, Arif, tiene un puesto en el consejo y su yerno Hans Gunadi es consejero presidente).
Considerado pionero de la distribución cinematográfica en Indonesia, Suherman cofundó la empresa, entonces llamada Subentra Nusantara, con Lasmana y Sudwikatmono, primo del ex presidente Suharto, en 1988.
La empresa tuvo durante años un cuasi monopolio sobre los derechos de distribución de películas de Hollywood. Sudwikatmono vendió sus acciones a Suherman y Lasmana a finales de la década de 1990, tras la crisis financiera asiática y la dimisión de Suharto.
Tras la decisión del Gobierno en 2016 de abrir el sector a inversores extranjeros, GIC aceptó invertir en Cinema XXI. La asociación estratégica, como se denominó en su momento, dio a GIC una opción de compra para adquirir una participación del 22,5% en la cadena de cines cuando esta saliera a bolsa. Durante la OPV, GIC ejerció esa opción al precio de la OPV, adquiriendo la participación acordada por 334 millones de dólares.
Cinema XII, que posee casi el 60% de los cines de Indonesia, destinó cerca de dos tercios de los fondos de la OPI a ampliar su red de salas. Tiene 225 cines con 1.216 pantallas -más que cuatro de sus rivales juntos- y tiene previsto invertir 40 millones de dólares para añadir otras 80 pantallas este año.
Entre sus competidores se encuentra la cadena Cinemaxx, fundada por Brian Riady, nieto del multimillonario Mochtar Riady. En 2019, Cinemaxx pasó a llamarse Cinépolis Indonesia después de que la cadena de cines mexicana Cinépolis adquiriera una participación del 40% por 110 millones de dólares.
La pandemia pasó factura a Cinema XXI, que cerró sus salas durante el bloqueo y registró unas pérdidas netas de 351.000 millones de rupias en 2021. Pero volvió a los números negros en 2022 con un beneficio neto de 460.000 millones de rupias, una vez que se levantaron las restricciones y la gente volvió en masa a las salas de cine.
Aunque los ingresos en 2022 aumentaron hasta los 4,4 billones de rupias desde los 1,2 billones del año anterior, seguían siendo inferiores a los ingresos anuales más altos de la empresa, 6,89 billones de rupias en 2019.
La empresa espera que la industria cinematográfica supere el nivel anterior a la pandemia el año que viene y que el mercado global se expanda hasta los 20,6 billones de rupias en 2027. Según la Asociación de Gestores de Cines de Indonesia (GPBSI), el país cuenta con un total de 2.100 pantallas de cine (el año pasado) y hay margen para ampliarlas a 15.000.
Suherman no es el primero que se enriquece con la vibrante industria cinematográfica indonesia. Entre los más ricos del país está Manoj Punjabi, cofundador del estudio cinematográfico MD Pictures, que cotiza en bolsa y tiene un patrimonio de 1.700 millones de dólares.
*Con información de Forbes US