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Milei con Rob Mc Ewen y Michael Meding, empresarios mineros.
Millonarios

La historia del magnate canadiense fascinado con Milei que quiere invertir en la Argentina

Fernando Heredia

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“La primera vez que lo vi con la motosierra en sus manos dije: 'lo amo, esto es lo que necesita Argentina'”, recuerda Robert Mc Ewen, en una entrevista con Forbes.

28 Abril de 2024 09.00

Robert Mc Ewen es una leyenda de la minería mundial. Su historia está plagada de anécdotas disruptivas. Desde sus inicios inversores a los 12 años, su lucha contra un sindicato durante 46 meses con amenazas de muerte incluidas y su revolucionaria idea de crowdsourcing con datos mineros que le permitió llevar el valor de mercado de Goldcorp de 50 millones de dólares a 8.000 millones.

Ahora, en una fuerte apuesta por el cobre local, acaba de visitar la Argentina para recorrer el proyecto Los Azules junto con el presidente Michael Meding, donde planea invertir unos 2.500 millones de dólares. En una entrevista con Forbes, habla de su fascinación con Milei, con quien se reunió en Casa Rosada, y de los planes de expansión en el país.

¿Cómo empieza tu historia con la minería?

Cuando yo era adolescente, mi padre siempre me decía que los gobiernos de todo el mundo eran irresponsables, imprimían mucho dinero y eso afectaba el valor de nuestra moneda, lo que significaba que el poder adquisitivo de un peso o un dólar que tenemos en nuestro bolsillo valía menos al día siguiente que el día anterior. Así que, una de las formas de proteger tu riqueza y tus ahorros, era invertir en oro. Mi primera inversión ocurrió cuando tenía 12 años. Mi padre me enseñó a hacer gráficos de acciones cuando tenía diez años. Así que observaba el mercado de valores. Cuando tenía 12 años, hice un poco de trabajo, tenía algo de dinero y mi padre dijo: ¿Qué vas a hacer con eso? Y yo dije: "ponerlo en el banco". Él dijo: "Mejor inviértelo". Así que compré acciones en una empresa y en dos años aumentó su valor nueve veces. Y pensé que era un lugar bastante interesante para estar.

¿Y desde ese momento ya sabías que querías dedicarte el negocio minero? 

Sí. Luego de eso, me gradué de la universidad con un título en economía, entré a trabajar en el mundo financiero como analista y todo lo que hacía estaba relacionado con el sector de recursos naturales. Conocí a varias personas que estaban explorando minerales y algunas de ellas lo habían hecho muy bien. Así que pensé que en algún momento intentaría eso.

¿Cuándo fue que te decidiste a entrar definitivamente en el negocio?

Investigando y analizando el sector, entendí que podía darse una tendencia positiva en los precios de los minerales. Así que terminé comprando dos compañías mineras. Y pensé, bueno, dejaré que las personas que estaban dirigiendo la compañía sigan dirigiendo la compañía. Y aproximadamente tres o cuatro meses después, pensé que no estaban manejando la empresa como yo pensaba que deberían hacerlo. Así que destituí a toda la administración, formé un nuevo equipo directivo y terminé con cinco compañías en una cadena y durante ocho años las fusioné. Pasamos de tener un valor de menos de 40 centavos a más de 40 dólares por acción. 

Imagino que el cambio fue muy grande de pasar del mundo de las finanzas al de la minería que es un negocio muy a largo plazo.

En la industria de inversiones, si haces una inversión y no funciona, puedes venderla y ya está. En la industria minera, cuando algo no va bien, lleva mucho más tiempo solucionarlo. Me sentía como en un barril de cemento de secado rápido. No podía moverme. Tomó mucho más tiempo resolver los problemas. No podía simplemente decir: "De acuerdo, se acabó, me voy". Además, teníamos una mina sindicalizada con un acuerdo que estaba vigente hace 40 años y que yo quería cambiar porque lo veía muy perjudicial para la empresa. Entonces, iniciaron una huelga que duró 46 meses. No produjimos ni una onza de oro en todo ese tiempo. Cada vez que volvíamos a la mesa de negociaciones, les ofrecía menos dinero que antes. Eso llevó a que me amenazaran de muerte y tuve que reemplazar todas las ventanas de mi casa por vidrio blindado porque recibía ataques. 

¿Nunca pensaste en ceder ante los reclamos del gremio? 

No, yo sabía que era algo que había que hacer. Y, al final del día, el sindicato decidió irse. Fue el primer caso en la historia minera de Canadá o Estados Unidos en que un sindicato se retiró de una mina. Y después de que terminó la huelga, pasamos de producir 50.000 onzas al año a 500.000 onzas al año. Nuestro costo de producción pasó de 360 dólares por onza a 60 dólares. Así que hubo un cambio del 64% en la mejora económica. 

Se trata de una industria que requiere inversiones muy grandes. ¿Cómo conseguiste el dinero en los primeros proyectos?

Controlaba un fondo de inversión y lo usé para controlar la compañía minera. Luego, tuvimos éxito desde el principio con nuestras primeras minas y ganamos mucho dinero. Empecé a comprar acciones en compañías mineras junior y algunas de ellas me dieron hasta 16 veces el dinero invertido. Con ese dinero empecé a invertir en mis compañías. Creo que lo mejor es estar invertido como mis accionistas. Así, si algo no sale bien, lo sentiré tanto como mis accionistas, o incluso más. También me gusta mirar mis empresas ver cuánto tiene invertido el equipo directivo. ¿Qué tan comprometidos están financieramente? 

Robert Mc Ewen, CEO de Mc Ewen Copper
Robert Mc Ewen, CEO de Mc Ewen Copper

Acabas de darme algunos ejemplos de experiencias exitosas, pero a veces los fracasos también enseñan mucho, ¿verdad? Entonces, ¿puedes contarme un par de esas experiencias? 

Cuando un Gobierno llega y cambia las reglas, son cosas que no tenías previstas y eso me sucedió varias veces. También un cambio en los precios del mercado. Cuando unimos Mc Ewen Mining, el mercado de metales murió. Simplemente se desplomó y las acciones mineras junior perdieron entre un 80 y un 90% de su valor, las principales perdieron entre un 60 y un 70%. Eso es lo que muchos gobiernos no entienden. La naturaleza cíclica de los precios de los metales. 

¿Cómo te acomodas a eso?

Esa es una pregunta realmente buena. Lo que quieres hacer es tener una operación de bajo costo para poder resistir algunas de las tormentas si compraste algo en la cima del mercado y resulta ser de alto costo y luego el mercado colapsa y tú también lo haces. Y también quieres mantener algo de dinero en reserva. No quieres comprometer todo. Soy un gran creyente en el oro y tengo muchas inversiones ahí, lo que me permite dormir tranquilo 

¿Por qué decidiste expandirte hacia otros países aunque sean más riesgosos?

Tuvimos un gran descubrimiento en una vieja mina en Texas. Al mercado de valores realmente le gustó nuestro descubrimiento, pero los geólogos no lograban responder mis preguntas para saber qué tan grande podía ser. Así que pensé, ¿cómo puede ser que haya otras personas en el mundo que puedan tener otras ideas además de nuestros geólogos? 

En cada continente hay configuraciones geológicas similares. Así que decidí tomar todos nuestros datos geológicos, publicarlos en la web y pedirle al mundo que nos dijera dónde podríamos encontrar las próximas seis millones de onzas en nuestra mina de oro. Fue algo muy disruptivo, casi como que Coca-Cola regale su fórmula porque nadie entrega sus datos geológicos. Pero yo fui en contra de eso y ofrecí un millón de dólares como premio. Y fue considerado uno de los primeros ejemplos de crowdsourcing incentivado en la web a nivel mundial. En 1999 o 2000, de las 50 principales empresas en la web, éramos la única empresa minera. Terminamos encontrando tres mil millones de dólares en oro gracias a eso. 

No me gusta repetir lo que todos están haciendo. Creo que hay muchas más oportunidades tomando el camino que otros no han explorado. Es verdad que es incierto, pero personalmente he encontrado que, tomando un curso de acción diferente, he tenido más éxito de lo que creo que habría logrado siguiendo a algunos de los líderes de la industria. 

¿Cuándo te interesaste por la Argentina?

Miré el potencial que Argentina tenía y el hecho de que no había tenido mucha exploración minera. Está a lo largo de la columna vertebral de los Andes al lado de Chile con todas las riquezas que ya descubrió. Estaba decidido a invertir y no pensé tanto en el Gobierno. Quizás debería haberlo hecho. No sabía los retrasos que iban a poner para avanzar en casa paso, siempre hubo mucha burocracia. 

¿Y por qué decidiste seguir apostando por el país?

Bueno, ya tenía una inversión hecha, todavía tenía mucha confianza en que teníamos un gran depósito y esperaba que hubiera un cambio en el pensamiento político. Creo que la paciencia fue recompensada con la llegada de Milei. Me gusta pensarlo como la historia de la Bella Durmiente. El Gobierno populista durmió a la Argentina y vino el príncipe Milei y la despertó.

¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste hablar sobre el presidente?

Fue durante la campaña presidencial. Lo vi con una motosierra en sus manos y pensé: 'lo amo, esto es lo que el país necesita'. Pero no es solo Argentina, está sucediendo en El Salvador, está sucediendo en Ecuador, está sucediendo en Estados Unidos con Trump. Es como la ecuación de Einstein, hacer lo mismo y esperar un resultado diferente. Y él expresa sus ideas claramente. Y cada vez que escucho alguna de sus entrevistas, digo: 'este es un individuo muy articulado que tiene un sólido dominio de la economía y de lo que se puede hacer para mejorar Argentina'. 

Rob Mc Ewen
Rob Mc Ewen

¿Cómo fue la reunión que tuvieron en Casa Rosada? 

-Fue buena. Quiero decir, comenzó hablando sobre todas las cosas que quiere lograr y algunos de los obstáculos en el camino y cómo espera superarlos. Luego hablamos de temas más amplios sobre minería y economía. Le dije que cuando termine de mejorar Argentina, necesitamos que venga a Canadá porque tenemos los mismos problemas. 

¿Crees que él sabe lo que necesita el sector minero, aunque no sea un especialista?

Es economista. No sé cuánto sabe sobre la minería, pero fue claro sobre la importancia de la minería en Argentina. Entiende que es un gran generador de dólares de exportación y que ofrece empleos muy bien remunerados. Mientras que la minería tiene un efecto multiplicador de dos a tres veces, una industria de servicios como un restaurante tendría un impacto mucho menor, de 0,6 veces.

¿Le pediste algo en particular para poder desarrollar el proyecto?

Creo que todos los que están considerando una inversión en minería están buscando estabilidad. Estamos buscando libertad para mover el dinero de un lado a otro, traerlo al país sin que el dinero sea confiscado. Y luego, cuando estás obteniendo ganancias, estás reinvirtiendo en el país, pero también quieres sacar ganancias del país. Quiero decir, cualquiera que dirija un negocio no comienza un negocio para dejar todo su dinero allí. Argentina tiene un perfil de riesgo muy alto en términos de cuál es la tasa de descuento para analizar tu retorno. Lo que quieres hacer es reducir esa tasa de descuento y hacer de este uno de los lugares más favorables del mundo para invertir, y entonces atraes todo tipo de capital. 

Otro de los minerales estrella de la transición energética es el litio. Y, aún así, sus precios colapsaron. ¿No puede suceder lo mismo con el cobre?

Es una buena pregunta. Pero hay que recordar que el litio es muy común en la corteza terrestre y que hay alternativas a las baterías de litio. ¿Qué pasa con el cobre? Goldman Sachs llamó al cobre el nuevo petróleo. Están viendo que no hay suficiente oferta para satisfacer la demanda de las proyecciones actuales. Así que eso sugiere que el precio del cobre va a subir. 

Entonces, hay dos cosas sucediendo: uno es esa brecha entre la oferta y la demanda, y la otra es que los fabricantes comienzan a decir: 'tal vez tengo que buscar productos en otro lugar porque mi fuente actual está en conflicto'. Así que esas dos cosas están impulsando la expectativa de que el cobre va a subir. ¿Bajará en algún momento? 

En algún momento lo hará, pero tienes urbanización y el cobre se usa para conducir electricidad, se usa para bobinar los motores de los vientos invernales, se usa en la energía solar, se usa en los autos eléctricos. Entonces, todos esos al menos a corto y mediano plazo sugieren que habrá una fuerte demanda. 

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