En medio de la batalla judicial con sus medio hermanos por la sucesión testamentaria de su padre, Bartolomé Luis Mitre, fallecido en marzo pasado, la actriz Esmeralda Mitre solicitó el concurso preventivo de acreedores. Según detalla en la causa comercial, su situación actual se vio afectada por el impacto de la cuarentena y el COVID-19 en el negocio del espectáculo.
El rubro artístico fue uno de los más golpeados por la pandemia, con suspensiones de espectáculos, cancelación de shows y una realidad incierta durante meses. “Todo aquello que había resultado material de planeamiento durante la temporada estival, tuvo que quedar en un paréntesis que en algunos casos se malograra por completo y en otros casos más afortunados quedara en suspenso”, detalló en la causa.
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial n° 19, a cargo del Dr. Gerardo Santicchia, decretó la apertura del concurso a principios de noviembre. Si bien la hija del expresidente Bartolomé Mitre había pedido reserva por el carácter público de su persona, el magistrado no hizo lugar al pedido.
A su vez, Mitre pidió no publicar edictos en los diarios Clarín y La Nación, del cual su padre fue director entre 1982 y 2020, debido al costo. Sin embargo, el juzgado también desestimó su solicitud.
Actualmente, la actriz no tiene un vínculo cercano con sus medio hermanos mayores, Bartolomé Jr., Dolores y Rosario, con quienes se disputa la herencia del empresario. “Estoy distanciada de mis hermanos y con una decisión tomada de que las cosas sigan así”, expresó recientemente. El clan lo completa, Santos, de 20 años, cuya madre es la ex modelo y última esposa de Mitre, Nequi Galotti.
La situación de Esmeralda Mitre tiene que ver más bien con una cuestión de liquidez para afrontar sus obligaciones financieras, ya que su patrimonio consta del 50% de dos inmuebles. Uno de ellos en el barrio Recoleta y adquirido durante su relación con Darío Loperfido y otro en Barrio Parque, que hoy ocupa su madre Blanca Álvarez de Toledo.