Warren Buffett, el legendario inversor al frente de Berkshire Hathaway, volvió a demostrar su habilidad para anticiparse a los movimientos del mercado. En 2024, redujo su participación en Apple, acumuló una cantidad récord de efectivo y evitó pérdidas millonarias tras la caída de las acciones tecnológicas en Estados Unidos.
Según informó Business Insider, Buffett vendió acciones por más de US$ 133.000 millones en 2024. Esta decisión fue ampliamente comentada en redes sociales, donde muchos destacaron su capacidad para prever la volatilidad del mercado. Al mismo tiempo, Berkshire Hathaway duplicó sus reservas de capital, bonos del Tesoro y otros activos líquidos, alcanzando los US$ 334.000 millones, mientras reducía drásticamente sus recompras de acciones.
La estrategia de Buffett con Apple y Bank of America
A principios de 2024, Berkshire Hathaway poseía aproximadamente 906 millones de acciones de Apple, valoradas en US$ 172.000 millones. Esto representaba casi la mitad del valor total de su cartera de acciones. Sin embargo, en los siguientes nueve meses, Buffett recortó su exposición a la compañía de Cupertino en un 67%, quedándose con 300 millones de acciones valoradas en US$ 74.000 millones al cierre de diciembre.
La estrategia no se limitó a Apple. Berkshire Hathaway también redujo en un 34% su participación en Bank of America, su segunda mayor inversión. Pasó de tener 680 millones de acciones a una cantidad menor. Esto redujo el valor de su inversión de US$ 40.500 millones a US$ 29.700 millones.
Desde los máximos alcanzados en noviembre de 2024, las acciones de Apple y Bank of America registraron caídas del 15% y 20%, respectivamente. Aunque Apple mostró un repunte del 15% desde inicios de año, Buffett optó por la liquidez y la diversificación en lugar de mantener su posición. En el caso de Bank of America, las acciones permanecieron en niveles similares a mediados de 2024, lo que evitó pérdidas significativas.
Un contexto económico incierto
La acumulación de efectivo por parte de Berkshire Hathaway se dio en un contexto económico atravesado por el temor a una recesión en Estados Unidos. El mercado experimentó una caída abrupta, con el S&P 500 perdiendo un 9% y el Nasdaq Composite cayendo un 13% desde sus máximos históricos en febrero de 2024.
Buffett explicó en su carta anual a los accionistas que su decisión de reducir inversiones en acciones y aumentar su posición en activos líquidos responde a la falta de oportunidades atractivas en el mercado. Según su análisis, las valoraciones de las empresas públicas y privadas se encuentran en niveles excesivamente altos, lo que limita el potencial de crecimiento.
Otro factor clave en su estrategia es el rendimiento de los bonos del Tesoro. La rentabilidad de estos bonos a un año pasó de estar por debajo del 1% a superar el 4% en los últimos tres años, impulsada por las políticas de la Reserva Federal para contener la inflación. Esto hizo que estos instrumentos se volvieran más atractivos en comparación con las acciones.
Su desconfianza en el sector bancario
Buffett también expresó su descontento con el sector bancario. Esto podría explicar la reducción de su posición en Bank of America. Durante la reunión anual de Berkshire Hathaway en 2024, el inversor advirtió sobre los desafíos que enfrentan los bancos y la necesidad de ser cauteloso ante los cambios regulatorios y económicos.
Con su estrategia de vender en el momento adecuado y aumentar su liquidez, Buffett evitó pérdidas millonarias y mantuvo a Berkshire Hathaway en una posición sólida frente a la incertidumbre del mercado. Una vez más, el "Oráculo de Omaha" demostró por qué sigue siendo una de las figuras más influyentes en el mundo de las inversiones.