Tras más de un año en el extranjero, Jack Ma finalmente regresó a China continental. Justo cuando las autoridades han empezado a dar muestras de suavizar su represión contra el sector tecnológico y han emitido mensajes de apoyo a los empresarios privados.
El magnate de 58 años, que actualmente ocupa el séptimo lugar entre las personas más ricas de China con un patrimonio neto de 24.000 millones de dólares, visitó el lunes una escuela privada en la ciudad de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, según informó el South China Morning Post, un periódico con sede en Hong Kong que es propiedad de Alibaba. El empresaria habría estado hablando de temas vinculados a la educación y las tecnologías que giran alrededor de ChatGPT, en la escuela Yungu.
Yungu, creada en 2017 por los fundadores de Alibaba, afirma que Ma había pedido a profesores y alumnos que utilizaran la inteligencia artificial para resolver problemas reales, considerando que el chatbot conversacional formará parte de la nueva era de la educación y la industria.
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Las acciones de Alibaba, que cotizan en Hong Kong, subieron más de un 4% tras conocerse la noticia de la visita de Ma, ya que los inversores consideran positivo el regreso de uno de los multimillonarios más conocidos de China.
Ma, que se mantuvo alejado de los focos mediáticos desde la abrupta interrupción de la oferta pública inicial de 35.000 millones de dólares de Ant Group, a finales de 2020, había sido visto en diversos lugares de todo el mundo.
El viaje a Hangzhou se produjo después de su estadía en Hong Kong en enero, cuando se informó que el multimillonario se reunía con amigos y ejecutivos financieros en el centro financiero asiático. No se sabe cuánto tiempo piensa permanecer Ma en Hangzhou, y los representantes de Alibaba, así como de la Fundación Jack Ma, no respondieron de inmediato a los mensajes y solicitudes por correo electrónico en busca de comentarios.
Mientras las autoridades chinas arremetían con dureza contra el sector tecnológico, Ma había estado en el extranjero pasando temporadas en países como Australia, Japón, Países Bajos y Tailandia.
Pero en un intento por apuntalar las débiles perspectivas de la economía e impulsar la confianza de los inversores, los máximos dirigentes chinos han cambiado de rumbo y ahora dicen que las autoridades serán más comprensivas.
Durante su primera conferencia de prensa como primer ministro del país, el antiguo jefe del Partido Comunista de Shanghai, Li Qiang, afirmó que los empresarios privados "disfrutarán de un mejor entorno y de un mayor espacio para el desarrollo", al tiempo que pidió a los funcionarios del gobierno a todos los niveles que "cuiden y apoyen a las empresas privadas".