Nada es eterno, no lo son las estrellas, los animales, tampoco las plantas ni las personas. Es por eso que en todo el mundo existe el derecho sucesorio y la Argentina no es la excepción. El Código Civil y Comercial, desde su última modificación en agosto de 2015, redujo las legítimas hereditarias, dando de este modo la posibilidad para que libremente una persona disponga de un tercio de su patrimonio cuando tiene hijos, y del 50% cuando tiene ascendientes o cónyuge, a favor de cualquier persona, o de uno o alguno de sus herederos. En la práctica las grandes fortunas argentinas que pertenecen a la última edición del Ranking Forbes, en gran medida, tienen resuelta esta instancia con transferencias de acciones y adelantos en vida.
Basombrío, Etchart, Kahle, Del Águila, Bazarian o Castro Guardia pueden sonar ajenos a las grandes fortunas de la Argentina, pero lo cierto es que estos apellidos son solo algunos de los que se esconden detrás de las mayores herencias del país. A continuación una estimación de las cuatro posibles sucesiones que se avecinan dentro de la gran burguesía local:
Alberto Roemmers (95)
Es el más longevo entre los miembros argentinos de la lista. Junto a su esposa, Hebe Colmann, tuvieron cuatro hijos. En 1998, el menor, Christian Andreas Roemmers (36) falleció producto de un accidente cuando cayó con un parapente en Mendoza. Hoy, el cuadro familiar se completa con los tres varones restantes, todos miembros de la tercera generación de la familia farmacéutica en la Argentina: Alberto (h) (65), Alfredo Pablo (61) y Alejandro Guillermo Roemmers (63). Este último, a su vez, no tiene hijos y se presume que declinó su herencia a favor de sus hermanos a cambio de una contribución fija anual estimada en al menos US$ 15 millones.
Extraoficialmente se especula con una división en mitades iguales de la actual fortuna familiar que, según el último Ranking Forbes, asciende a US$ 2.200 millones. Alberto Roemmers (h), a su vez, tuvo tres hijos con su primera esposa, Mercedes Lynch: Alberto Guillermo, Nicolás y Alexia Roemmers. Por su parte, Alfredo Pablo Roemmers junto a Cathrine Blomquist son padres de Maximilian y Christian. Todos ellos se encolumnan como la cuarta generación del centenario Grupo Roemmers.
La estimación en torno al patrimonio familiar surge de una valuación conservadora de los activos conocidos, como Roemmers SAICF e Investi Pharma SA, y activos financieros superiores a los US$ 1.000 millones originados especialmente por la venta de su participación en Mega Pharma (hoy Megalabs), en 2018.
“La crisis económica que sufrió Argentina en 2002, sirvió como catalizador para un cambio radical en Roemmers, que sufrió como consecuencia de la recesión económica. Los propietarios de la empresa tomaron la decisión de profesionalizar la estructura de gestión de la empresa y la familia Roemmers dio un paso al costado”, afirmó en una entrevista Eduardo Macchiavello, CEO de Roemmers. Hoy, la familia propietaria todavía está presente en el consejo ejecutivo de la empresa, y son consultados sobre todas las decisiones estratégicas importantes.
Eduardo Eurnekian (88)
Puede resultar el caso más inquietante entre los magnates locales a la hora de especular con sus sucesores porque es soltero y no tiene hijos. De todos modos, una sofisticada ingeniería societaria a través de una serie de firmas y una fundación, radicadas entre Uruguay y el pequeño principado de Liechtenstein, habría definido la suerte de gran parte de los sobrinos herederos.Allí, figuran una nueva camada de Eurnekian, pero también de las familias Gainza Eurnekian, Brena Eurnekian, Del Águila y Bazarian. En resumen son ocho sobrinos, cuatro por cada hermano de Eduardo; y al menos 17 sobrinos nietos que pueden aspirar en menor o mayor medida a una porción de la sexta fortuna de la Argentina, estimada en US$ 1.300 millones, según Forbes. Sin embargo, algunos miembros de la familia se destacan sobre el resto y tienen posiciones de poder en el grupo a partir de la estrecha confianza del “tío”.
Martin Francisco Antranik Eurnekian es uno de ellos. Más conocido como Martin Eurnekian, es el CEO de la Corporación América Airports y allegados a la familia lo tildan como la mano derecha del jefe del clan. Martin es hijo de uno de los dos hermanos de Eduardo, el Dr. Antranik Alberto Eurnekian, que, a su vez, dio origen a la rama que incluye a Eduardo Hugo Eurnekian y sus tres hijos; y a través de sus dos hijas, fruto de su primer matrimonio, las familias Brena Eurnekian y Del Águila.
Por otro lado, los herederos del Dr. Murat Eurnekian son cuatro: Silvia Isabel Eurnekian de Gainza, Vivianne Eurnekian de Bazarian (viuda), Alejandro y Marcelo Eurnekian y sus respectivos hijos; todos ellos sobrinos de Eduardo que, en algunos casos, tienen (o tuvieron) un rol dentro de las empresas de la Corporación América.
Gregorio Perez Companc (86)
En 2010, transfirió los activos que integraban PCF SA, la sociedad controlante de Molinos Río de la Plata (hoy Molinos Río y Molinos Agro), a una nueva sociedad de responsabilidad limitada denominada Santa Margarita, establecida en el estado de Delaware, en los Estados Unidos, y los donó en partes iguales a sus siete hijos, fruto de su matrimonio con María del Carmen “Munchi” Sundblad Beccar Varela (78). En ese momento, la revista Fortuna especulaba con que la operación obedecería también a cuestiones impositivas, ya que ese estado norteamericano es considerado paraíso fiscal y en la Argentina, se debatía un nuevo impuesto a la herencia.
Los Perez Companc no son una familia ajena a las tragedias. Margarita, la mayor de los hijos que tuvo el matrimonio, falleció en un accidente con tan solo 17 años, a mediados de los '80. Hoy, los representantes de la nueva generación son siete y solo dos no tienen hijos: Rosario, la mayor, y Pablo, el menor.
Jorge, Luis, Pilar, Cecilia y Catalina Perez Companc completan el tándem familiar con edades que oscilan entre los 40 y poco más de 50 años. Si bien, todos ya recibieron una porción de la fortuna, eventualmente, serán dueños de un patrimonio individual de más de US$ 340 millones.
En la práctica cada uno tiene sus propios intereses. Mientras que Jorge comparte con sus hijos el placer por el campo a través de La Gloriosa, una firma agropecuaria con más de 15.000 hectáreas en suroeste de la provincia de Buenos Aires; Pilar, junto a su esposo, el médico veterinario Andrés Basombrio, hace lo propio a través del Haras San Benito, en San Antonio de Areco.
Catalina Perez Companc de Kahle y Cecilia Perez Companc de Etchart completan la nómina con activos entre la Argentina y Uruguay.
Alejandro Pedro Bulgheroni (77)
Con siete hijos, cuatro de su primer matrimonio; uno con su actual esposa, Bettina Guardia y los dos hijos del primer matrimonio de ésta: los hermanos María José y Diego Castro Guardia. Los Bulgheroni de pura cepa son Alejandro Andrés, al que todos llaman Alex; Mariana Bulgheroni de Paz Menéndez, Juan Martín, Patricio Nicolás y Alejandro Pedro Jr., el menor.
En este caso, su esposa tiene un rol protagónico. No solo como futura legítima hereda sino también como socia, por ejemplo en Agroland, un proyecto agroindustrial donde el matrimonio lleva invertidos al menos US$ 185 millones, en Uruguay. Sin embargo, es solo un ápice de la fortuna del empresario petrolero.
En la edición 2021 del Ranking Forbes, Alejandro Pedro Bulgheroni ostenta US$ 3.300 millones, producto en gran medida del 50% que aún conserva de Bridas Energy Holdings, dueña, a su vez, del 25% de Pan American Energy Group, la petrolera privada verticalmente integrada más importante de la Argentina. Allí trabajan algunos de sus hijos, como es el caso de Juan Martín, quien ocupa la vicepresidencia en las Operaciones Upstream de Áreas Norte de PAE.
El otro 50% de la sociedad familiar pertenece a los herederos de Carlos Alberto Bulgheroni, quien falleció en septiembre de 2016. Se presume que su última esposa y madre los mellizos Benicio y Olivia Bulgheroni, Natalia Cobo, es dueña de una porción considerable de la fortuna. Mientras tanto, Marcos Bulgheroni, hijo de su primer matrimonio con Teresa Aguirre Lanari, es el CEO de Pan American Energy Group y vicepresidente de Bridas Energy Holdings. Ninguno integra la lista internacional de Forbes.