Britney Spears vuelve a ser el centro de atención tras el lanzamiento del documental de Hulu y New York Times Framing Britney Spears. La película explora la vida de la superestrella del pop, incluidos los paparazzi agresivos y obsesivos que la persiguieron a lo largo de su carrera, los medios de comunicación que la atosigaron, sus relaciones de amor fallidas y sus problemas de salud mental.
Allí también se ve como se generó su tutela, que legalmente otorga a otros (en su caso sería el padre) el derecho a administrar su carrera, atención médica y finanzas, incluidos pequeños gastos personales. El arreglo legal, que está en el centro del movimiento #FreeBritney, comenzó en 2008 luego de una serie de crisis mentales públicas.
La batalla que emprendió la cantante hace unos meses contra su padre continúa dando que hablar, incluso después de que una juez decidiera a mediados de noviembre pasado rechazar la demanda que interpuso la cantante para que su padre deje de ser su tutor legal y también su gestor. Una decisión que no impidió que la jueza afirmara mostrarse dispuesta a escuchar los futuros argumentos para la suspensión o expulsión del control que Jamie ejerce sobre su hija, que el abogado de Britney confirmó que llegarán; según publicó El País.
Forbes estima que la cantante cuenta con un patrimonio neto de US$ 60 millones. Los documentos judiciales revisados por Forbes el año pasado mostraron que Spears tiene US$ 56.5 millones invertidos en varias cuentas de corretaje, negocios y bienes raíces, mientras que el resto es en efectivo.
Según Billboard , vendió casi 150 millones de discos en todo el mundo. También se embarcó en diez giras importantes que recaudaron siete cifras por noche y realizó una residencia de cuatro años en Las Vegas que recaudó US$ 137,7 millones en total, según Caesars Entertainment. Los acuerdos de licencia y patrocinio, incluida su línea de perfumes Fantasy, le hicieron ganar algunos millones más.
Según Forbes, ganó más de US$ 30 millones durante ocho de los últimos 20 años, pero solo logró embolsar un pequeño porcentaje de eso. Como ocurre con la mayoría de las estrellas, se estima que el 25% de sus ingresos brutos se destina a agentes, gerentes y abogados. Una vez que se paga, al menos el 40% se destina a impuestos locales y federales. También gasta alrededor de medio millón de dólares en manutención infantil al exmarido Kevin Federline, cada año; y se estima que su padre cobró el 1.5% de los ingresos brutos de la residencia en Las Vegas, reduciendo sus ganancias. Además de eso, tuvo que pagar millones en honorarios legales relacionados con su tutela.
Muchos fanáticos sospechan que la tutela es otra ocurrencia de las personas que la rodean capitalizando su fama y aprovechando su éxito. Tras el documental, el movimiento #FreeBritney, que aboga por el fin de su tutela, ganó una nueva tracción; con celebridades como Sarah Jessica Parker, Bette Midler y Miley Cyrus expresando su apoyo. El novio de Spears, Sam Asghari, usó Instagram para criticar a su padre . Desde que se estrenó el documental el 5 de febrero, el hashtag #FreeBritney se utilizó en 251,291 tweets, un aumento del 377% desde el período de cuatro días después de su lanzamiento, según la firma de análisis ListenFirst.